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OPINIÓN - JUEVES, 23 DE ENERO DE 2014

 

OPINIÓN / EL OASIS

Charlatán
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

De haber nacido en el medioevo, seguramente habría sido el mejor vendedor de “indulgencias”. Por su labia, Juan Luis Aróstegui hubiera brillado como charlatán, autorizado por el papado medieval. Actualmente, Aróstegui sigue haciendo de todo, como siempre, trabajando en muchas cosas a la vez, y convencido de que su privilegiado caletre le permite saberlo todo acerca de todo.

Así que se pavonea entre sus íntimos de ser el mejor de los profesores, el más destacado político, el no va más de los sindicalistas, sobresaliente escritor, enorme contertulio…, y hasta de tener en un puño a nuestro alcalde.

Aróstegui se jacta, entre bastidores, de ser la persona más influyente de la ciudad. Ya que se siente el centro del triunvirato formado por Juan Vivas y Mohamed Alí. Y no se cansa de repetir que, cuando a éstos les llegan las ideas, a él ya le ha dado tiempo a convertirlas en realidad.

Y, cuando larga así, nos recuerda mucho a don Manuel Fraga. Del que se decía que tenía el Estado metido en la cabeza. Aunque el hombre más inteligente de Ceuta, en cambio, suele usar su cabeza nada más que para defender sus intereses.

Y fue en diciembre cuando nuestro destacado vendedor de “indulgencias”, al darse cuenta, según él, de que el PP estaba dispuesto a cargarse todas las sociedades públicas, lo primero que hizo, ante la impasibilidad de Vivas y Alí, ambos tocados de un ala y sin saber qué hacer, fue coger el toro por los cuernos y ponerse al frente del proceso de integración de las sociedades en organismos autónomos. A fin de que setecientos empleados no se convirtieran ya en parados de por vida. Aunque en el empeño hubiera de poner a CCOO al frente de la reforma, amén de llevarse al huerto a los otros sindicatos.

Ahora nos sale diciendo que a nadie le quepa la menor duda de que él sabía que la reforma era ilegal por los cuatro costados. ¡Faltaría más que tan grande charlatán hubiese dicho lo contrario! De haberse expresado así, habría reconocido un desconocimiento supino de la cuestión. Lo que hubiese dañado su imagen de lumbrera que se viene adjudicando desde que vestía pantalón corto. Pero para el caso es lo mismo: ya que llevado por su deseo de mitinear en cuanto le ponen un micrófono por delante, nos permite darnos cuenta de sus posibilidades reales.

Las posibilidades reales de Aróstegui son las que son; o sea, las de hacer de la política el arte de vivir más que bien y de contarnos cada día el cuento del alfajor, procurando hacernos olvidar que si las empresas municipales necesitan reformas es porque él las estuvo usando durante los años que hizo del nepotismo su mejor banderín de enganche al PSPC. Precisamente, y conviene recordarlo, siendo JV director general de Procesa, mediante dedazo suyo, y con el beneplácito del principal dirigente de otro partido local cuyo mayor logro fue convertir sus calles una pista de patinaje para que los traumatólogos hayan tenido desde entonces trabajo a tutiplén.

Aróstegui (que de haber nacido en el medioevo, cuando el papado medieval autorizaba a los charlatanes para pedir “indulgencias”, habría sido el más destacado de todos ellos) ha rematado su declaración a los medios, anteayer, con la siguiente revolera: Yo no le hago oposición al gobierno local. Y ha dicho la verdad. Aunque a buenas horas mangas verdes ha reconocido que viene gobernando con Vivas y Alí. Pero nunca es tarde…
 

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