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OPINIÓN - DOMINGO, 9 DE MARZO DE 2014

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Políticos, bailes y votos a la vista
 


Jesús Carretero
opinion
@elpueblodeceuta.com
 

No cabe duda de que, en más de una ocasión, para agarrarse a un escaño político, una vez agarrado a él, para que no se lo lleve otro, el político en cuestión tiene que hacer más equilibrios que cualquiera de los equilibristas en un trapecio.

Y así es, pero así seguirá siendo, especialmente cuando uno de esos políticos se acerca a un grupo de más o menos edad, mejor si son abueletes, para decirles:” aquí estoy a vuestro lado y quiero seguir estando”, y como eso, además, se les dice no cuando los “viejos” se están quejando de lo poco que les han subido la pensión, que sigue siendo cortita, sino cuando se les ha llevado de “jarana”, por ser carnaval o por acercarse las Navidades, entonces y sólo con eso el abuelo y la abuela votan aunque sea al suegro del vaquero del toro que mató a Manolete. Es lo que tenemos.

Es cierto que la “discreción” o la “hipocresía” de cualquiera de esos políticos, disfraza la petición con otra forma de actitudes, pero al final ahí está, “se marca el chotis” y todos como si fuéramos de la familia, que decía mi añorado Mariano Palacios “Macarando”.

Los que vivimos una buena parte de nuestra vida con el régimen anterior y, por tanto, también, hemos vivido la transición de la UCD, no podemos por menos de recordar aquellas elecciones de 1982, en las que arrasó el PSOE con el ya conocido POR EL CAMBIO.

En aquella campaña electoral, naturalmente, volvió a concurrir a las elecciones la propia UCD que, aunque estaba en el Gobierno, todos veíamos que se iba a estrellar, como se estrelló, pero aun así sus líderes intentaron defender el grupo y el escaño, aunque fuera sudando sangre.

Pues bien, en una de esas múltiples fiestas de UCD, recuerdo como un hombre templado como era Landelino Lavilla, con una multitud rodeándole, no tuvo más remedio que marcarse un pasodoble, como lo habría hecho cualquiera de los mozos del pueblo que han ido a la feria o a la fiesta mayor del pueblo vecino.

Landelino que no tenía excesivo garbo salió del paso, colaboró en la búsqueda de votos y, aun con eso, la UCD se estrelló, pasando del poder a la nada.

Pues bien, aunque el resultado final no creo, ni lo deseo, que sea lo mismo, y aunque ahora “aparentemente” no estamos en elecciones, en la noche del viernes, con el carnaval a tope, en el Parador Hotel La Muralla, el alcalde de Ceuta, en sus horas más bajas, desde que llegó al poder, por el camino que todos recordamos, legal por supuesto, pero rocambolesco, no tuvo el más mínimo inconveniente de salir a la pista de baile y marcarse su pieza, creo que con una compañera del mismísimo Ayuntamiento, ante la risa, la sonrisa y el buen tono de todos los invitados a la fiesta.

En ese momento, que nadie se confunda, lo cierto es que el alcalde lo estaba pasando bien, por eso su alegría, claro que mejor se lo estaban pasando los “mayores”, mayores y abuelos algunos, porque se les había dado una fiesta gratis, con lo que, cuando llegue la campaña de las europeas, si aparece por una barriada o por la otra Juan Vivas, pocos serán los que no le atiendan, amablemente, ante su solicitud del voto, aunque en más de un caso, hay que comprenderlo, como el voto es secreto, se lo den a la oposición.

Sea como sea, todos lo pasaron muy bien, el Ayuntamiento pagará, ya veremos cuando, salvo que se haya hecho mejor pagador últimamente, y tras la fiesta del carnaval llegará la época de penitencia de la Cuaresma, naturalmente, también para cualquier alcalde sea de Ceuta o de mi pueblo.
 

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