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OPINIÓN - VIERNES, 14 DE MARZO DE 2014

 

OPINIÓN / EL OASIS

Carta abierta a un amigo
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Querido Eduardo Hernández Lobillo: la última vez que me dirigí a ti fue en marzo de 2103. Así que se ha cumplido un año. Lo hice, una vez más, con el fin de recordarte y, de paso, para que tampoco te olviden quienes presumieron siempre de tu amistad. Querido Eduardo: también aproveché la ocasión para propalar que eres merecedor de que se rotule una calle con tu nombre.

Hice semejante petición, querido amigo, a sabiendas de que caería en saco roto. No sólo porque los políticos actuales no tienen ni idea de quién fuiste ni mucho menos conocen qué clase de persona eras, sino porque me consta que Juan Vivas siempre ha sido cicatero con tu memoria. Y, sobre todo, porque bastó que fuera yo el manifestante de tus muchos méritos para que la proposición fuera desoída.

Querido Eduardo: Juan Vivas, a quien nunca te cansaste de elogiar en los principios de los ochenta y hasta le auguraste un futuro brillante cómo funcionario e incluso como político, llegado su momento, lleva ya la friolera de 15 años como alcalde. Y sigue apostando por eternizarse en el cargo. En lo tocante a su comportamiento, debo decirte que hace y deshace a su antojo en la ciudad. Y ¡ay! de quienes se atrevan a llevarle la contraria. Menos mal que ya no se estila eso de darle a la gente aceite de ricino.

Querido Eduardo: nunca antes te había puesto al tanto de que Juanito Vivas, tantas veces destacado por ti, forma collera política con Juan Luis Aróstegui. Aquel muchacho que, pese a sentarle como un tiro el disfraz de Che Guevara, se paseaba con él por la ciudad alardeando de ser más comunista que Fidel Castro. Lo cual generaba risa, mucha risa, entre los ceutíes de la época.

Eran otros tiempos… Y conviene recordar que tú, entonces, ya decías que España caminaba nuevamente hacia la decadencia y que Ceuta habría de pasar por trances muy difíciles. Y acertaste. Y es que tus predicciones estaban apoyadas en tus muchos conocimientos.

Pero tú querrás, Eduardo, tras un año sin dirigirme a ti, que te ponga al tanto de cuanto ha sucedido durante ese tiempo en la ciudad. Te cuento: en agosto del 2013 nos dejó Carlos Chocrón. Quien sí sabía qué clase de personas eras tú. ¡Si la gente conociera la cantidad de veces que tiraste de cartera a fondo perdido y las ayudas que prestaste en situaciones claves para que otros comerciantes enfilaran el camino del éxito! Actualmente, Ceuta está sufriendo varapalos desde todos los sitios, habidos y por haber, debido a que el 6 de febrero pasado murieron 15 inmigrantes en el mar cuando nadaban hacia la orilla de la playa del Tarajal. Entre los más encarnizados críticos de la tragedia está Aróstegui. Éste, habiendo dejado ya de emular al Che Guevara lo hace ahora como si fuera Lawrence de Arabia.

En cuanto a nuestro alcalde, o sea, Vivas, viaja constantemente a Madrid para entrevistarse con ministros y ministras. Ante quienes se muestra no sólo más cumplido que un luto alicantino sino que un día, de tanto doblar la cerviz ante los fuertes, se va a descoyuntar la columna vertebral. Querido Eduardo: Vivas, a quien tantas veces le hiciste el artículo, produce risa cuando se pone a informarnos de cómo lo han recibido ministros y ministras, secretarios de Estado o subsecretario, y lo mucho que todos ellos quieren a Ceuta y a los ceutíes. Y se queda tan pancho. No tiene el menor sentido del ridículo. Pero le sobra poder y ganas de arremeter contra los más débiles y, por supuesto, contra quienes no le digan que sí a todo…
 

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