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OPINIÓN - LUNES, 17 DE MARZO DE 2014

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Habló muy claro
 


Jesús Carretero
opinion
@elpueblodeceuta.com
 

No esperaba verlo, en ningún medio de comunicación, tan pronto, con manifestaciones contundentes, por eso me sorprendió encontrarme en 13 TV con mi paisano Ricardo Blázquez, hace muy pocos días, tras haber sido nombrado, una vez más, ser el presidente de la Conferencia Episcopal de España.

Blázquez, de un pueblecito abulense, Villanueva del Campillo, a unos 17 kilómetros del mío, suele visitar, con frecuencia, mi pueblo, cada vez que está de vacaciones en el suyo, aunque sólo sea a comprar la prensa diaria y quienes le hemos conocido, desde hace muchos años, yo desde que le nombraron, allá por los comienzos de los años 90, obispo de Palencia, donde coincidí con él y tuve la oportunidad de hablar en repetidas ocasiones no sólo del paisanaje, sino también de la problemática del momento, desde entonces he visto como, a diferencia de su antecesor Rouco Varela, éste habla claro, para todos, no es político, pero sus acciones suelen superar a la verborrea de los políticos.

El ejemplo nos lo dio cuando desde Palencia le enviaron a la diócesis de Bilbao y el “jesuita” Arzallus lo recibió con el menosprecio de “un tal Blázquez”, para que al correr el tiempo, cuando ya se marchaba de Bilbao se lamentara su marcha y se dijera:” se va uno de los nuestros”.

Algo habría hecho, pero algo bueno, en las tierras vascas para que se le despidiera así. Y ahora, cada vez estoy más convencido, su cercanía hará que muchos de los que ya estaban cansados de la “lejanía” que mostraba a diario Rouco, se puedan volver a acercar, un poco más, porque éste es otro tipo, muy diferente, de monseñor.

Creo que ha regresado a la presidencia de la Conferencia Episcopal en buen momento y que sus contactos con Roma pueden ser más cercanos, más fluidos que antes, por cuanto Blázquez es de un perfil muy parecido al del mismísimo Papa Francisco, no un gran intelectual, sino un pastor que trata de atraer a aquellas partes del “rebaño” un poco descarriadas.

Yo no creo que con Benedicto XVI hubiera coincidido en cuanto a talante, por cuanto aquel era más cercano a Rouco, al menos por su formación, en gran parte en Munichi. Ambos, Benedicto y Rouco, es posible que “tuvieran más letras” pero estos, Francisco y Ricardo Blázquez van más a tono con los tiempos que vivimos, son más cercanos a las gentes, comprendiendo el día a día de todos, sin que les importe que media hora antes uno haya pasado por “la sacristía”.

Y eso de la cercanía, donde se ve, cuando él está allí, es en Villanueva del Campillo, ese pueblecito de Ávila con poco más de 300 habitantes en el verano, la mitad escasamente en el invierno, y donde se le ve al monseñor hablando con sus vecinos, sus amigos de los juegos de su niñez y viviendo, durante esos días que está de vacaciones, los problemas de sus vecinos, con la claridad y la sinceridad que da el trato entre amigos, en tierras castellanas.

Y lo he dicho antes, no es político, sino que actúa con las realidades y mientras que su antecesor al frente del Episcopado no mantuvo ni un solo encuentro oficial con el presidente del Gobierno, éste, Blázquez, no tardará en normalizar las relaciones con el Gobierno del PP, como las normalizaría con el Gobierno de otra tendencia. Y es que, con la felicitación de Mariano Rajoy al nuevo presidente de la Conferencia Episcopal ya queda muy cerca la fijación de un encuentro entre las cúpulas de lo civil y de lo religioso, que no tienen por qué ir cada parte por un camino diferente.

En todos los terrenos, empezar con normalidad y naturalidad es asentar las bases para un buen entendimiento.
 

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