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OPINIÓN - VIERNES, 21 DE MARZO DE 2014

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Pobreza extrema
 


Jesús Carretero
opinion
@elpueblodeceuta.com
 

Es la situación en la que se encuentran muchas personas, cada día más, y que lleva a plantarse, donde sea, para al menos poder comer, porque fuera de eso todo lo demás parece un imposible para muchísimas familias hoy en día.

Llegados a esta situación y no con gentes de fuera, sino con personas nuestras, de nuestras mismas ciudades, de nuestros mismos barrios, se hace todo lo que sea necesarios para poder estar, si acaso, al sol.

Por eso, no me extraña nada que una madre, me da lo mismo que tenga 40 años, como que tenga 24, sea lo suficientemente “valiente” como para presentarse en el mismísimo Pleno y reclamar algo que, para ella, es vital, es de vida o muerte, tanto para su familia como para ella misma.

Una joven madre, Deborah, con tan sólo 24 años se presentó en el Pleno de la Asamblea para pedir, ¡¡ tan sólo esto!!, que no le corten el servicio de agua y se le permita poderlo pagar, en cuanto ella pueda.

No es mucho pedir para una madre que está viviendo bajo un techo casi en ruinas, con sus dos hijas. Un techo que no es suyo, que un día se decidió a “ocupar” y que si no tiene dinero no podrá pagar, por mucho que ella lo quiera hacer, porque a lo que no se niega, en absoluto, es a pagar. Naturalmente, cuando tenga dinero.

Yo, en más de una ocasión, he dicho que muchas familias estaban haciendo cada día, “la multiplicación de los panes y los peces”, y ya me dirán si esta joven madre no supera a todos los demás, al estar subsistiendo ella y sus dos hijas con tan sólo 360€ que es lo que recibe de la ayuda del Ingreso Mínimo de Inserción Social.

¿Hasta donde se puede llegar así?. Muy poco lejos, por lo que ella, como ocurre con otros cientos de familias, lo único que pide es una oportunidad para poder trabajar, donde sea y como sea, con lo que podría tener, cuando menos, una vida digna.

Y hay que tener los nervios de acero para que no se resquebrajen y se diga, cuando menos “su verdad”, que seguramente que no es estar aumentando mucho de la auténtica realidad que la envuelve.

Por eso, el “ enfrentamiento” con la consejera de Fomento, Susana Román, tiene su explicación, por mucho que la propia consejera afirme que se ha atendido a esta mujer, pero que todo expediente lleva un proceso.

Ya estamos con lo de siempre, papeleo, más papeleo, intento de solución pero “ a lomo de caracol”, cuando las necesidades viajan más rápidas que el propio AVE.

No voy a quitar ni un ápice de razón a lo que diga Susana Román, pero entre ese camino lento y tranquilo para que llegue una solución, y la impaciencia, porque es cuestión de vida o muerte, de una madre de familia necesitada, siempre me voy a quedar con la razón de esa madre y me pondré en contra de ciertos servicios, como son agua o luz, que lo primero que piensan es en recoger dinero y sólo muy detrás de eso se preocupan de dar un buen servicio, o mejor un servicio, a los que pagan y de cortar el suministro a aquellos que no pudieron pagar a tiempo.

Hay cosas con las que no se puede jugar y, en estos momentos muy especialmente, no podemos hacer oídos sordos a alguien que, sin dinero, reclama, casi suplica, que no se le corte el agua, algo que no es estar pidiendo demasiado.

Y que está dispuesta a pagar lo que haya consumido se pone de manifiesto por el hecho de haber acudido a las empresas de la luz y el agua, para dar de alta, legalmente, el servicio y así poder pagar, naturalmente, cuando disponga del dinero suficiente.
 

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