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OPINIÓN - JUEVES, 27 DE MARZO DE 2014

 
OPINIÓN / EDITORIAL

Proyectos comunes o palabras retóricas

La denominada “cumbre” bilateral entre las delegaciones de los Gobiernos de Ceuta y Melilla, en la ciudad hermana, aparte de demostrar la sintonía personal y política de sus máximos dirigentes y de los problemas comunes que comparten, requiere no sólo de un programa conjunto de proyectos comunes, sino también de un calendario para llevarlo a efecto y, sobre todo, de soluciones concretas. No puede acabar un encuentro de estas características en reuniones y más reuniones, en simples palabras retóricas o en una tormenta de ideas sin ninguna traducción práctica en la realidad.

El problema migratorio, compartido, ni es de ahora ni va a solucionarse por la simple exposición de Juan Vivas y Juan José Imbroda, ya que como se ha dicho en muchas ocasiones, es una cuestión de Estado en la que tiene mucho que decir el Ejecutivo de Mariano Rajoy y bien poco los presidentes de las Ciudades Autónomas, así como la Unión Europea. Tan es así, que la presión migratoria ni empieza ni acaba con las trágicas consecuencias del pasado 6 de febrero con la muerte por ahogamiento de 15 inmigrantes. El calado de esta problemática, se ha demostrado que es mucho más profundo y requiere de actuaciones supranacionales.

La fiscalidad, la financiación autonómica y el empleo, aún siendo una problemática común en Ceuta y Melilla, en el caso de nuestra ciudad está especialmente agudizado por las cuotas de desempleo tan negativas. Bien está la actuación conjunta en cuestión de fiscalidad como la reforma del sistema tributario nacional y el nuevo sistema de financiación autonómica, porque las singularidades de ambas ciudades, requieren de un tratamiento específico. Y también de exigencia; no ser sólo complacientes con el Gobierno de Madrid. Por ello, estas reuniones deben tener un contenido concreto y unos objetivos claros. Todo lo demás es la palabrería barata de la que la ciudadanía está ya muy cansada.
 

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