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El consejero de Hacienda y
Recursos Humanos, Emilio Carreira afirma que aceptará las
alegaciones de la Confederación de Empresarios de Ceuta a la
tasa de basuras. Una decisión que se produce tras las duras
declaraciones del presidente de la CECE, Rafael Montero
Ávalos que calificó de “despropósito” la pretendida subida
del 2.000% para algunos empresarios, situando este impuesto
en unas cotas desproporcionadas con la actual situación
económica, por lo que acusó al Gobierno de “cuadrar” las
cuentas a costa de ciudadanos y empresarios a la vez que
amenazó con llevarlos al Juzgado.
Carreira ha ironizado sobre el tema, atribuyendo
precipitación a Montero Ávalos por sus palabras y hasta se
ha permitido desdeñarlo al manifestar que no se entera de lo
que pasa en el mundo. Una alusión fuera de lugar. Porque si
tenemos en cuenta que fue el propio Montero Ávalos el que
puso el foco con ocasión del colapso de la paquetería en
Correos por los problemas de DUA, quien también puso sobre
la mesa, junto con el presidente de la Cámara, Karim Bulaix,
la torpeza del Ejecutivo en cuanto a la normativa de las
terrazas con unas condiciones que estrangulaban el
desarrollo comercial de las mismas y quien ahora ha tenido
que denunciar públicamente el “despropósito” sobre la subida
de la tasa de basuras, si tenemos en cuenta todas estas
cuestiones, el que no se entera de lo que pasa en el mundo
es precisamente el Gobierno de Vivas. Un Gobierno que hace
mucho tiempo que gestiona la ciudad de espaldas a la
realidad y a los ciudadanos.
El Ejecutivo dice que ya había adoptado la decisión de
aceptar las alegaciones de la CECE, cuestión que ésta pone
en duda. No obstante, con independencia del cuándo, lo
cierto es que hay que valorar una decisión acertada, que
establece la mesura en un asunto que recupera la sensatez.
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OPINIÓN / EDITORIAL
