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La Inspección de Trabajo ha
remitido a la Ciudad Autónoma de Ceuta la obligación de
cumplir con la normativa en el edificio del Ceuta Center,
cuyas múltiples deficiencias de seguridad y contra
incendios, ya han sido puestas de manifiesto, desde hace
tiempo, por el Servicio de Extinción de Incendios, primero y
por el Gabinete de Seguridad e Higiene en el Trabajo, sin
que hasta el momento, se haya dado cumplimiento a los
problemas detectados y que incumplen la normativa vigente en
esta materia.
Se urge a la Ciudad a dar solución a los problemas y no
continuar haciendo caso omiso, ya que, en el supuesto de no
reaccionar en el plazo de un mes, conllevaría actuaciones no
sólo sancionadoras sino que los hechos se remitirían al
Ministerio Fiscal para que actuara en consecuencia por si
había de derivar responsabilidades legales para los
responsables.
Una institución pública como la Ciudad Autónoma de Ceuta por
su propio carácter, no debería dar lugar a ser advertida de
las consecuencias legales que provoca su incumplimiento en
materia de seguridad. Si con los particulares la exigencia
lleva a actuaciones legales, igual ha de hacerse con la
Ciudad Autónoma, que ha demostrado escaso interés en adaptar
a la normativa las deficiencias detectadas en el Ceuta
Center, edificio del que dijimos, que debería estar
clausurado en tanto no se subsanen las deficiencias por el
peligro que entrañan para la seguridad de las personas.
Los organismos públicos han de ser los primeros que deben
dar ejemplo. En este caso, la negligencia, la indiferencia o
la poca diligencia de los responsables políticos, están
poniendo en riesgo la seguridad de quienes trabajan en el
Ceuta Center.
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OPINIÓN / EDITORIAL
