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Ante los nuevos incidentes acaecidos en las fronteras
exteriores de las ciudades de Ceuta y Melilla, CCOO ha
emitido un comunicado de prensa a través del cual quiere
resaltar que “vallas más altas, muros más impenetrables o
cuchillas más afiladas no van a impedir la huida de seres
humanos que se ven abocados a abandonar sus lugares de
origen movidos por las hambrunas, las guerras o las
catástrofes naturales”.
Desde la citada central sindical se ha resaltado que “el
brutal desequilibrio entre el Norte opulento y un Sur
depauperizado genera la lógica aparición de flujos de
personas que buscan unas mínimas condiciones de dignidad
para su existencia: si a ello se une la carencia de unas
políticas de ayuda al desarrollo efectivas y realistas, nos
encontramos con situaciones trágicas de forma diaria”.
Por ese motivo, y aprovechando el comunicado de prensa ante
las continuas avalanchas de inmigrantes que últimamente está
sufriendo la Ciudad Autónoma de Melilla, y la continua
alerta existente en Ceuta por esta misma cuestión, desde
CCOO se insiste en que “si en un marco de capitalismo
globalizado no se ponen barreras a los capitales, a los
bienes ni a los servicios resulta degradante que –
precisamente- se pongan obstáculos infranqueables a seres
humanos que buscan una mera oportunidad de supervivencia en
el marco de sociedades más desarrolladas como las europeas”.
En este sentido, y reconociendo el deber y el derecho del
estado español a garantizar la seguridad de sus fronteras
exteriores, CCOO, a través de su comunicado de prensa, exige
al Gobierno que “no falsee la realidad pues la
vulnerabilidad de dichas fronteras no es una cuestión de
inmigración: ésta es en España un fenómeno de carácter
laboral que ha traído a nuestro país a más de cinco millones
de personas que viven aquí de manera normalizada y muy
mayoritariamente de forma legal y regular, compartiendo con
la sociedad española la dureza de la crisis, el desempleo y
la brutalidad de los recortes para con la clase
trabajadora”.
Desde la central sindical, a través de este comunicado, se
pide al Gobierno que “exija ante las instituciones de la UE
la elaboración y armonización de una política de inmigración
comunitaria, que aborde la cuestión desde el punto de vista
del conocimiento real de la inmigración hacia la UE, la
gestión ágil, realista y eficaz de los flujos migratorios
con destino a la UE, la equiparación y el reconocimiento de
los derechos fundamentales de todo ser humano
independientemente de su origen nacional y situación
documental, la plasmación de políticas de ayuda al
desarrollo que primen los intereses de las poblaciones de
los países de destino y la valoración de la integración
social de las sociedades europeas como objetivo fundamental
para garantizar la convivencia en libertad”.
Mientras tanto, se manifiesta desde CCOO, “España debe
garantizar el respeto al marco jurídico vigente y al Estado
de derecho en todas sus fronteras exteriores, y
especialmente la observancia de la normativa internacional
respecto al derecho de asilo para personas perseguidas que
reconoce nuestra Constitución”, concluye el comunicado.
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Un norte opulento y un sur depauperizado
CCOO resalta que “el brutal
desequilibrio entre el Norte opulento y un Sur depauperizado
genera la lógica aparición de flujos de personas que buscan
unas mínimas condiciones de dignidad para su existencia: si
a ello se une la carencia de unas políticas de ayuda al
desarrollo efectivas y realistas, nos encontramos con
situaciones trágicas de forma diaria”.
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“El Gobierno debe exigir a las instituciones de la UE una
política de inmigración comunitaria”
La central sindical se muestra
firme en su planteamiento e insta al Gobierno a exigir a las
instituciones de la Unión Europea, la elaboración y
armonización de una política de inmigración comunitaria, que
aborde la cuestión desde el punto de vista del conocimiento
real de la inmigración hacia la UE, “la gestión ágil,
realista y eficaz de los flujos migratorios con destino a la
UE, la equiparación y el reconocimiento de los derechos
fundamentales de todo ser humano independientemente de su
origen nacional y situación documental, la plasmación de
políticas de ayuda al desarrollo que primen los intereses de
las poblaciones de los países de destino y la valoración de
la integración social de las sociedades europeas como
objetivo fundamental para garantizar la convivencia en
libertad”.
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