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El acuerdo de Consejo de Ministros
del viernes autorizando la instalación del doble cable
submarino como enlace eléctrico entre Ceuta y la península,
supone un avance muy importante en el ámbito de los
servicios básicos de nuestra ciudad y una apuesta
incuestionable del Gobierno de la nación para con las
necesidades de Ceuta, al atender una demanda que ha sido muy
reiterada por el Ejecutivo local, tanto por la consejera de
Fomento, Susana Román, como por parte del propio presidente
Juan Vivas con el ministro del ramo, José Manuel Soria el 24
de julio del pasado año. Ceuta será “menos vulnerable” con
la conexión eléctrica con la península.
Esta actuación tecnológica abre un amplio y positivo
horizonte de posibilidades, no ya evitando que Ceuta sea
(como hasta ahora) una isla energética, sino las
oportunidades de negocio a través de la energía renovable,
un sector que contempla en el caso de nuestra ciudad, la
excepcionalidad del Gobierno en cuanto a la subvención de
las mismas, para apoyar a los territorios insulares. El
ámbito de las energías renovables abre un futuro muy
esperanzador para la instalación de empresas que traducirían
en riqueza y actividad económica su implantación en nuestra
ciudad.
Esta decisión del Ejecuitivo de Mariano Rajoy es muy loable
y plausible, porque supone un gesto inequívoco por apoyar a
Ceuta. Cuando se atienden nuestras justas demandas hay que
reconocerlo y valorarlo, porque en definitiva, se trata de
mejorar la calidad de vida de los ceutíes y su equiparación
al resto de ciudadanos españoles.
Una muy buena noticia y relevante para mayor seguridad y
tranquilidad de los ceutíes. Solo queda que, una vez
atendida esta demanda por parte de la Secretaría de Estado
de Energía, se pueda ejecutar lo antes posible el proyecto.
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OPINIÓN / EDITORIAL
