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OPINIÓN - VIERNES,13 DE JUNIO DE 2014

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

No sabía donde estaba
 


Jesús Carretero
opinion
@elpueblodeceuta.com
 

Pienso que Premi Mirchandani estaba en un lugar que le desbordó, desde el primer momento, porque su vida, su forma de comportarse, su forma de vivir eran muy distintas a lo que se vive en el mundo de la política.

Particularmente, aunque no he tenido muchos contactos con Premi, yo también “creo que él se ha ido con las manos limpias”, lo malo del caso es que, en estas circunstancias, no sólo cuenta lo que tú eres o tú has hecho, realmente, sino lo que se ha movido a tu alrededor, y llegados a este terreno es donde puede encontrarse la auténtica cruz de Premi Mirchandani.

Y además, creo que Premi Mirchandani, al final, ha dado el verdadero paso, el paso de la sensatez, marchándose a su casa y asumiendo con decisión las consecuencias de su gestión, o más que de la gestión propia suya, la de las personas que debieran haber estado a su lado y no estuvieron como él.

Algo, sin embargo, debe haber aprendido Premi Mirchandani, tras las denuncias de irregularidades que han partido desde la oposición, y es que la oposición, en su justo sitio, no se veía deslumbrada, mientras que el consejero, en sus movimientos, creía en quienes tenía a su lado y nunca pensó que sería en la propia casa donde le dieran el más grande de los “bajonazos” que puede recibir un hombre bueno.

Días pasados, lo he escrito y no me voy a desdecir de lo dicho, dije que el principal error, defecto, falta o como se lo quiera llamar, por parte de Premi Mirchandani, estaba en no haberse dado cuenta de hasta donde podía llegar él y desde donde partían los demás.

Eran muchos los terrenos que tenían que abordar en Juventud, Deporte, Turismo y Festejos, y creo que en esta última partida, Premi Mirchandani es donde “más verde” estaba, y es donde tenía las personas más avezadas “para su trabajo”, con lo que dejó trabajar a otros, pero dejar trabajar no debiera haber implicado haber descuidado muchos aspectos y por eso, ahí, se equivocó gravemente Premi.

La salida de Mirchandani del Ayuntamiento, no podemos decir que haya sido “por la puerta grande”, pero tampoco “por la puerta de los carros”, porque su salida, por propia decisión, lleva aparejada la renuncia a su acta de diputado, acta que podría habérsela quedado, pero que para sentirse incómodo, en el futuro, lo mejor es que entre el siguiente de la lista de la candidatura, en la que iba él.

Así pues, y no me duelen prendas al decirlo, Premi Mirchandani se va de la vida política con dignidad y con la conciencia tranquila, de esto no me cabe la menor duda, pero yo estoy seguro de que esa tranquilidad se le resquebrajará más de una vez cuando él solo piense en algunos hechos sucedidos a su alrededor que a él le dejaron “en fuera de juego”.

Las pocas veces que cambié unas palabras con Premi Mirchandani me di cuenta de que estaba en un terreno que no era el suyo, porque él veía un mundo muy diferente al que, en realidad, le estaba rodeando.

Por eso, cuando ha visto muy claro lo que hay, en las altas esferas, aunque sólo sea a nivel local, en el mundo de la política, de manera voluntaria e irrevocable ha dimitido de todos sus cargos en el Ayuntamiento.

Aquí parece que no habrá eso de “a rey muerto rey puesto”, por cuanto esas consejerías que “él ostentaba” serán asumidas por otras personas y no todas ellas por los mismos. Habrá o se ha dado ya un lavado de cara, se trata de cambiar la foto, la imagen o los cromos, y que para el año que falta hasta las próximas elecciones no “vender” una imagen que sería inadecuada.
 

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