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                     La diputada no adscrita, Fatima 
					Hamed ha hecho público el incumplimiento del Gobierno de la 
					Ciudad en la “adecuación de las ordenanzas municipales”, no 
					aplicando el mandato de la normativa vigente desde 2012, 
					cuya consecuencia es la liberalización del comercio y 
					determinados servicios, con la agilización de los trámites 
					de la licencia de apertura y cuya Ordenanza Reguladora va al 
					Pleno de mañana para su aprobación. Y ha sido, como 
					resultado de que la Directora General de Comercio Interior 
					haya sacado los colores al Ejecutivo de Ceuta, cuando el 
					pasado mes de marzo -según aporta Fatima Hamed en un 
					documento-, se le requiere para que cumpla la ley. Un hecho 
					que el portavoz del Ejecutivo revistió en su última 
					comparecencia de prensa de favorecer las iniciativas 
					empresariales en un 40%, cuando en realidad se trataba de 
					“hacer los deberes”. 
					 
					En unos momentos en los que siempre se ha hablado, desde el 
					Gobierno y desde el sector empresarial, que hay que 
					fortalecer nuestro tejido productivo, favorecer las ayudas 
					al empresario, rebajar la presión fiscal y tantas otras 
					cuestiones relacionadas con las bonificaciones o cualquier 
					otro estímulo, no deja de resultar sorprendente que se llame 
					la atención al Gobierno local para que ejecute una norma de 
					obligado cumplimiento y que, a la vista de la llamada de 
					atención, no se aplicaba tras su aprobación. Como “no se ha 
					procedido a la adecuación de las ordenanzas municipales”, 
					ahora se trata de restituir una situación de incumplimiento. 
					 
					Una agilización de las licencias de apertura como 
					consecuencia de un “tirón de orejas”, es decir, forzada por 
					las circunstancias. Y una demostración que evidencia el 
					escaso sentido de protección al comercio local y a tutelar 
					su desarrollo. 
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