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                     Ahora solicitan otros 135 millones 
					de euros, tras haber recibido hace muy pocos días 130 que 
					les llegaron desde la SEPI. 
					 
					Y a la vista de todas estas peticiones, uno que de vez en 
					cuando oye la radio y también ve la televisión, no puede por 
					menos de admirarse, al comprobar que de las múltiples 
					informaciones de alcance, de las múltiples investigaciones, 
					sobre problemas serios que afectan a nuestro mundo y más 
					concretamente a nuestro país, ninguna de ellas llevaba la 
					firma, en primicia, de RTVE. 
					 
					Y vamos más lejos, hace poco más de dos semanas terminó el 
					Mundial de Fútbol y, naturalmente, los que quisimos ver 
					alguno de los partidarios tuvimos que recurrir a otras 
					televisiones que, desde luego, se gestan todos sus ingresos 
					sin tener que estar pidiendo a “papá Estado” para cubrir sus 
					programaciones. 
					 
					Conocemos, desde hace años y desde dentro, un poquito, la 
					casa y uno, con el cariño que le debe tener a la propia 
					casa, tiene que reconocer que hay partes de ella que son 
					inmejorables, como por ejemplo los equipos de técnicos que 
					hay, auténticos profesionales de primerísima división en su 
					trabajo, con seriedad y efectividad, mientras que en otras 
					áreas la “pobreza” es tal que, con muchos de ellos te están 
					invitando a cambiar el dial. 
					 
					Y al hablar de dinero, siempre volvemos a lo mismo, hay que 
					tapar agujeros generados en el pasado, sin que se aclare, de 
					verdad, a qué pasado se están refiriendo, si a hace un año, 
					a hace seis meses o a cinco años atrás. 
					 
					González-Echenique argumenta que los 135 millones de euros 
					que reclama ahora se necesitan para cubrir el nuevo déficit 
					que se va a producir este ejercicio. Lo que nos faltaba, 
					organizar y dirigir una empresa en la que ya, de antemano, 
					vas contando con millones y más millones de pérdidas, cuando 
					debieran saber que hay zonas en las que aparecen una serie 
					de gastos que cubren no sé qué informaciones, a lo largo de 
					todo el año. 
					 
					Es lo que pasa con los cargos puestos a dedo, según el 
					partido que gobierne, y que cuando las cosas se complican 
					esos cargos aparecen como la diana de todos los franco 
					tiradores que no son de su cuerda. 
					 
					Ahora mismo, con todos estos millones solicitados y que ya 
					veremos si llegan a la caja de RTVE, el presidente señor 
					González-Echenique aparece en medio del fuego cruzado que se 
					puede empezar a disparar, porque no parece que en el 
					Ministerio de Hacienda, cosa que aplaudo, estén muy 
					dispuestos a facilitar los fondos que reclaman como 
					necesarios, al tiempo que miembros del consejo de 
					administración de RTVE rechazan aplicar un nuevo plan de 
					ajuste sin que haya suficientes garantías de que hubiera 
					recursos bastantes para terminar el ejercicio, sin volver a 
					lo de siempre, de un déficit de los cien millones que se 
					viene dando, y que no es cualquier cosa. 
					 
					Visto lo visto, no sé qué pensarán “esos visitantes 
					fantasmas”, con categorías de “jefes de todo” y 
					conocimientos de muy pocas cosas. Tampoco sé como se las 
					apañarán para saber deslindar Tenerife de Las Palmas, cuando 
					hay personajes que piden una cosa y les dan otra que al no 
					aceptarla los dejan en Ceuta, pongamos por caso. 
					 
					Y todo esto, repito, sin una primicia “levantada” nunca, sin 
					dar nada en exclusiva, como un Mundial de Fútbol o la 
					competición liguera. ¡Ah! Y para que nadie me diga que sí 
					dan algo en exclusiva, el Tour de Francia, porque el 
					ciclismo, desde hace tiempo no interesa a nadie y con unas 
					retransmisiones con comentarios que aburren a las ovejas. 
					Sea como sea, desearíamos y de verdad que llegara algún 
					crédito que pusiera a RTVE en su justo sitio, pero sin 
					politiqueo y sin “agarres” de UGT, CCOO, PP o PSOE, para 
					evitar el mangoneo de los enchufadetes de turno, en puestos 
					de responsabilidad. Y es que, alguien, incluso en Ceuta, 
					sabe a qué me estoy refiriendo. 
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