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					El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz tiene 
					previsto tomar hoy declaración a una de las dos españolas, 
					detenidas en Melilla cuando pretendían cruzar la frontera de 
					Marruecos para sumarse allí a una red de Al Qaeda que las 
					trasladaría como yihadistas a Irak o Siria. La detención se 
					produjo el pasado sábado en la ciudad autónoma cuando 
					trataban de cruzar la frontera y adentrarse en Marruecos. 
					Las dos mujeres fueron trasladadas a Madrid para pasar a 
					disposición de la Audiencia Nacional. 
					 
					La arrestada mayor de edad es Fauzia Allal Mohamed, nacida 
					el 8 de marzo de 1995 en Melilla, mientras que la menor, de 
					unos 16 años y natural de Ceuta, había abandonado su 
					domicilio días antes, por lo que su familia denunció su 
					desaparición y se puso en marcha un dispositivo de búsqueda. 
					La joven ceutí llegó a Algeciras vía marítima y luego se 
					trasladó a Málaga, desde donde viajó a Melilla, según las 
					fuentes policiales. En ese trayecto, se juntó con la otra 
					mujer, también detenida, y juntas tenían previsto cruzar a 
					Marruecos donde se unirían a una célula yihadista. 
					 
					La menor de edad podría comparecer ante el órgano 
					correspondiente, como podría ser el Juzgado Central de 
					Menores de la Audiencia Nacional, han aclarado fuentes 
					jurídicas, que no han concretado si finalmente ha sido ya 
					fijada esta diligencia judicial 
					 
					Se trata de la primera detención que se produce en España de 
					mujeres dispuesta a sumarse a la yihad, un fenómeno que, 
					según las fuentes, puede comenzar a extenderse. Este 
					fenómeno es actualmente una de las principales 
					preocupaciones de los gobiernos europeos por el riesgo que 
					supone que estos elementos radicales puedan regresar a sus 
					países de origen con un mayor conocimiento y preparación 
					para cometer atentados. 
					 
					Llamamiento a la Yihad internacional 
					 
					Estos arrestos se producen tras el llamamiento a la Yihad 
					que realizó el pasado 1 de agosto en la ciudad iraquí de 
					Mosul, el autoproclamado califa del Estado Islámico, Abu 
					Bakr Al Baghdadi. 
					 
					Uno de los objetivos principales de Al Baghdadi es captar el 
					mayor número posible de combatientes extranjeros, y para 
					ello utiliza varias estrategias como son el establecimiento 
					de una red de captadores, con una dinámica de actuación 
					rápida, controladora y fanática. 
					 
					Su grupo trabaja en la instauración de unas elaboradas y 
					eficaces redes de dimensiones internacionales, que 
					solventarían todas las dificultades relacionadas con los 
					trámites de los combatientes en su viaje a las zonas de 
					conflicto, facilitándoles todo tipo de infraestructuras; así 
					como el establecimiento de una potente y agresiva campaña de 
					comunicación en los foros y páginas yihadistas de Internet. 
					 
					El proceso de radicalización, captación y posterior envío 
					como combatientes de las dos mujeres detenidas estaban 
					perfectamente planificados y organizados por una red que 
					opera en toda la zona del Magreb y que tiene como fin 
					principal seguir obteniendo el mayor número de 
					incondicionales combatientes. 
					 
					La estrategia de reclutamiento de las redes instauradas por 
					la organización terrorista Estado Islámico están libres de 
					cualquier tipo de consideraciones, siendo indiferente el 
					sexo, la edad o la situación personal del futuro 
					combatiente. 
					 
					En caso de haber logrado su objetivo, estas dos mujeres 
					habrían ampliado la lista de decenas de radicales islamistas 
					que han salido de España en los últimos años para combatir 
					en Oriente Medio en las filas de grupos terroristas. 
					 
					En lo que va de año 2014, las fuerzas y cuerpos de seguridad 
					del Estado han realizado en Melilla tres operaciones contra 
					el terrorismo islamista. 
					 
					La primera operación, desarrollada en marzo, se saldó con 
					siete personas detenidas, tres en Melilla, una en Málaga y 
					otras tres en Marruecos, y supuso la desarticulación de una 
					célula yihadista encargada de reclutar a voluntarios para la 
					“guerra santa” e integrarse en grupos terroristas de la 
					órbita de Al Qaeda, especialmente radicados en países en 
					conflicto como Mali y Siria. 
					 
					Dos meses más tarde, en mayo, detuvieron en Melilla a seis 
					presuntos yihadistas, todos de nacionalidad española, de 
					entre 26 y 42 años y residentes en Melilla, miembros de una 
					célula que había conseguido enviar a Mali y Libia a al menos 
					26 “combatientes” para integrarse en Al Qaeda. 
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