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					El Gobierno de Ceuta está dispuesto a cambia el contrato del 
					servicio de limpieza y para ello estudia modificar el 
					importe del canon que la abona a la empresa concesionaria, 
					Trace, en un diez por ciento, que es lo que le permite le 
					ley, según anunció ayer el portavoz del Gobierno y Consejero 
					de Hacienda, Emilio Carreira. 
					 
					Pasado un año, dijo el portavoz, hemos realizado un balance 
					del servicio y ayer fue uno de los asuntos que se abordaron 
					en la reunión semanal del Consejo de Gobierno. El Ejecutivo 
					ha reconocido que existen carencias en el servicio, aunque 
					la posible subida del diez por ciento se hace para que la 
					concesionaria incorpore más maquinaria y de esta forma 
					“mejorar el servicio de limpieza viaria y recogida de 
					residuos”.  
					 
					El discurso del Gobierno “tiene que ser consecuente con les 
					hechos” y este es que a “pesar de la situación provocada por 
					la crisis” lo que no se ha querido ha sido “es que se toque 
					la línea de flotación de la calidad de los servicios, pero 
					las cosas hay que revisarlas, mejorarlas e, incluso, 
					modificarlas”. 
					 
					El portavoz desveló que la modificación viene en base a los 
					informes que están elaborando técnicos de la Consejería de 
					Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y Barriadas, los 
					trabajadores municipales que controlan el servicio y de la 
					Unidad de Proximidad y Atención al Ciudadano (UPAC) de la 
					Policía Local, además de con la información que está 
					recogiendo de las asociaciones de vecinos y de la propia 
					dirección facultativa. 
					 
					Con los informes que se están manejando se están observando 
					ciertos déficits y carencias en el servicio, que son los que 
					se tratarían de suplir con la modificación del contrato con 
					el fin de introducir “medidas correctoras”dijo el portavoz.
					 
					 
					El servicio salió a licitación por un 15% menos que el 
					anterior y la adjudicataria presentó una oferta baja 
					temeraria, que rebajó el contrato finalmente un 25% (en 
					concreto, 150,5 millones de euros para un periodo de diez 
					años, casi 17 millones por debajo de la licitación). 
					 
					Pese a reconocer los déficits, Carreira incidió en que la 
					modificación del contrato “dotarían de más recursos para 
					poner más medios, no para arreglar la cuenta de resultados 
					de nadie ni de ninguna empresa”. El también consejero de 
					Hacienda dejó claro que la empresa concesionaria, Trace, 
					está cumpliendo con todo lo establecido en el pliego de 
					condiciones de una forma escrupulosa. 
					 
					Momento complicado 
					 
					El portavoz recordó que el contrato para diez años se licitó 
					entre 2012 y 2013, en un momento “muy complicado 
					económicamente y financiero y de de ajustes en todo el 
					sector público español. Aquí los ajustes afectaron al 
					personal de la Ciudad y se suprimieron las horas extras, 
					jornadas partidas y se dejaron de subvencionar determinadas 
					actividades que hasta el aquel momento se venía haciendo, 
					explicó el portavoz del Gobierno. 
					 
					“Ahora estamos en un momento más expansivo y debemos tener 
					un discurso coherente con los hechos y con nuestra voluntad 
					de no afectar o mejorar la línea de flotación de los 
					servicios básicos”, ha resumido.  
					 
					“Los ajustes, al final, tienen consecuencias y el Gobierno 
					está estudiando, viendo los informes que tenemos, la 
					adopción de medidas correctoras inminentes a partir de los 
					informes elaborados por la UPAC, los técnicos de Medio 
					Ambiente y los propios representantes vecinales”, reconoció 
					Emilio Carreira. 
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