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					Agentes de la la Brigada Provincial de Extranjería y 
					Fronteras de Córdoba, en colaboración con el Grupo II de la 
					Brigada Central de Trata de Seres Humanos de la UCRIF 
					Central, adscrita a la Comisaría General de Extranjería y 
					Fronteras, han desarticulado una organización criminal, 
					presuntamente dedicada a introducir ilegalmente en España a 
					ciudadanos marroquíes. Las personas introducidas de forma 
					irregular eran retenidas en ‘pisos patera’ hasta que sus 
					familiares hicieran efectivo el pago de la deuda contraída 
					con la organización. Ofrecían cruzar la frontera de manera 
					irregular a cambio de 6.000 euros, acordando que el pago se 
					haría efectivo cuando la víctima estuviera en territorio 
					español. También se dedicaban a concertar matrimonios de 
					conveniencia entre ciudadanos ilegales marroquíes y 
					ciudadanas españolas.  
					 
					En libertad con cargos 
					 
					En la operación fueron detenidas 15 personas, siendo cuatro 
					de ellas los responsables de la organización, aunque la 
					autoridad judicial decretó en la tarde de ayer la puesta en 
					libertad con cargos para todas ellas. Ocho fueron arrestados 
					en Córdoba capital, cinco en Fernán-Núñez, una en Aguilar de 
					la Frontera y otra más en Montilla. Igualmente, se han 
					efectuado tres registros domiciliarios, concretamente dos en 
					Aguilar de la Frontera y uno en Fernán Núñez. 
					 
					Según los datos facilitados ayer por la Dirección General de 
					la Policía, las investigaciones se iniciaron cuando una de 
					las personas retenidas consiguió escapar y declaró que fue 
					captado en la ciudad marroquí de Tánger por otro 
					compatriota, el cual le ofreció cruzar la frontera de manera 
					irregular en dirección a España a cambio de 6.000 euros. Se 
					acordó que se haría efectivo el pago cuando la víctima 
					estuviera en España.  
					 
					Para poder cruzar la frontera sin ser descubierto lo 
					introdujeron oculto en un camión en el Puerto de Tánger con 
					destino a Algeciras. Una vez en la península lo trasladaron 
					a un piso de la provincia de Córdoba, en el que se 
					encontraban retenidos otros compatriotas.  
					 
					En ese domicilio estuvo encerrado en una habitación, 
					durmiendo en un colchón en el suelo y siendo escasamente 
					alimentado por los captores; exigiéndole además de los 6.000 
					euros (que los hizo efectivos su familia en Marruecos a su 
					llegada a España), 5.000 euros más de lo pactado.  
					 
					Durante el tiempo que estuvo en el piso fue agredido 
					continuamente con golpes en todo el cuerpo, cortes de 
					cuchillo en las manos y con amenazas de muerte si no accedía 
					a las pretensiones de su captores. Estos continuaban 
					llamando a su familia para que realizaran el segundo pago 
					exigido, amenazando con matarle si no satisfacían esa 
					cantidad.  
					 
					En el transcurso de las investigaciones se consiguió 
					identificar a uno de los individuos que presuntamente había 
					participado en tales hechos, asimismo se averiguó que junto 
					con otros individuos de la red, estaban realizando los 
					preparativos para traer a otras dos personas de forma 
					irregular a nuestro país a cambio de una importante cantidad 
					económica. 
					 
					Además, fueron identificados otros miembros de la red, 
					dedicados a concertar matrimonios de conveniencia entre 
					ciudadanos marroquíes que se encontraban fuera de España y 
					mujeres españolas para poder regular su situación ilegal en 
					nuestro país y conseguir la correspondiente autorización de 
					residencia. Los detenidos cobraban unos 10.000 euros por 
					matrimonio realizado. 
					 
					Para poder llevar a cabo esta actividad delictiva 
					falsificaban documentos tales como certificados de parejas 
					de hecho, certificados de empadronamiento, así como altas 
					fraudulentas en empresas ficticias creadas por los 
					detenidos.  
					 
					Con esos mismos contratos ficticios intentaban conseguir 
					también prestaciones públicas por desempleo y subvenciones 
					irregulares. 
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