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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 3 DE SEPTIEMBRE DE 2014

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

Tierra de bandoleros
 


Quim Sarriá
opinion
@elpueblodeceuta.com
 

Buenos días, Ceuta.

Entro de buena mañana en el mundo de la información después de una temporada sin hacerlo y… ¿qué me encuentro?, lo mismo de siempre.

Si por el lado de la política sigue danzando el fantasma de la pretendida independencia de Catalunya, por el lado financiero siguen saltando mondongos verbeneros con bailes de millones.

Que digan que el paro subió en el mes de agosto no significa absolutamente nada, ni siquiera en las declaraciones optimistas del Gobierno, que afecte a la mejoría económica del país, del trabajo ni de la sociedad.

Sabemos que las estadísticas son manipuladas hasta la saciedad, por el Gobierno de turno, con fines partidistas más que por otra cosa. Tratar de vendernos el oro y el moro ya no es creíble, ni siquiera para el más analfabeto del país. Es una seña de identidad.

La supuesta bomba de mi amigo Pujol, si hombre, el Jordi Pujol y Soley, no es más que una especie de petardo verbenero que el tiempo hará distribuir su olor a pólvora barata por todos lados, pringando, de paso, a gente mucho más importante.

El gallito de Montoro salta cacareando con fiereza sobre el perdón que no lo es ni lo será. Más alto cacarea cuando tiene asegurada la confidencialidad de datos que Bárcenas no pudo airear en su momento: fueron destruidos mientras lo mantenían encerrado en el calabozo.

La excusa de que encerraron al “Puto Amo” para evitar su fuga y la destrucción de pruebas es totalmente banal… ya la han destruidos todos los aludidos de la cúpula del PP. Sencillo.

Con Pujol pasará más de lo mismo: “Si yo tengo tanto, tú también”, porque con Pujol es difícil jugar a la economía pandillera habiendo sido hombre con mucha experiencia en la banca y que tiene muchísimos datos en su poder. Más de uno, de los que ahora presumen de ser honrados, estará temblando.

Volviendo al tema del paro, ¿cómo puede extrañar que la economía sumergida siga en los mismos niveles que años anteriores?, ¿Qué el fraude está casi solucionado?, vamos a ver, señor Montoro, tu sonrisa de oreja a oreja, cuando anuncias el tema del fraude, la he visto en demasiados rostros hipócritas como para creer que es verdad, tu verdad, lo que anuncias. Te sigues cebando en gente humilde y pobre, a pesar de que sus supuestos fraudes estén sobradamente prescritos. Bien te aprovechas del desconocimiento de las leyes por parte de la mayoría de ciudadanos que ni siquiera conocen el camino hacia los paraísos fiscales.

Tus anuncios en la TV sobre el “Sin IVA” acompañados por la coletilla de “sin colegio, sin sanidad…”, no se sostienen en mitad de los escándalos arremolinados en torno al PP y la Corona. Eso es un insulto, rotundo insulto al pueblo español.

Ya nos escama bastante este Gobierno con sus cambios de leyes como si de camisas fueran y no es de recibo que traten de darnos lecciones, a través de los medios de comunicación, con ese mentiroso lema de que “Hacienda somos todos”. Ustedes no lo son y encima os escaqueáis de impuestos mediantes leyes de amnistía que aplicáis preferentemente sobre las grandes fortunas, mientras nos robáis a los ciudadanos hasta los premios de lotería y además con inventos como los cánones ilegales… ¿pretenden darnos clases de moralidad financiera?

Es de ilusos creer que Rajoy y su tropa se dediquen a algo distinto que no sea su huida hacia adelante y hacia ninguna parte. Si hasta los propios funcionarios los desmienten.

Estas son las raíces fuertes y bien agarradas de los ancestros bandoleros: los triunfalismos de políticos que luego son desmentidos por los que saben y manejan a diario el tema.

Pero bueno, no olvidemos que los políticos, sobre todo de derechas y ultraconservadores, son así: cuando algo va bien es porque han dedicado a ello trabajo y esfuerzo y han puesto los medios para que así sea, y cuando va mal la culpa es de Zapatero.

Demasiado triunfalismo vemos por ahí, sobre todo después de las escenas de amor entre Merkel y Rajoy.

En fin, la vida sigue y yo también aunque más moreno.
 

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