PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 2 DE OCTUBRE DE 2014

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

Piedras en el mar
 


Quim Sarriá
opinion
@elpueblodeceuta.com
 

Buenos días, Ceuta.

Ayer, por el miércoles, con el mal tiempo amenazando presentarse, salí a pescar con un amigo en su barquito tipo “Verano Azul”, más pequeño y sin niños.

El mar, un poco picado, se extiende alrededor del barquito de una manera que, pese a mi ya veterana experiencia en navegar, me fuerza la imaginación hasta convertirlo en una visión terrorífica del barquito adentrándose en un gigantesco remolino conocido como maelstrom.

A lo lejos diviso la costa africana, no lejos del promontorio que identifica una de las dos ciudades españolas en ese continente, ya sabéis cual.

Por cierto que no hacemos, mi amigo y yo, uso del acuerdo pesquero entre Europa y Marruecos. Lo nuestro es pesca deportiva, con la correspondiente licencia, y eso no hace competencia a nadie a menos que se desarrolle dentro de un campeonato.

Un enorme petrolero, eso creemos, avanza a toda máquina hacía el Atlántico, por nuestra babor, y la perspectiva del mismo nos hace creer que nos abordaría si no nos apartamos a tiempo. Pues no, nuestros ojos ven mal o al menos enfocan la perspectiva desde un espejo imaginario porque el enorme petrolero cruzará bastante lejos de nosotros que ni siquiera su agitadísima estela nos haría balancear más de lo que estamos.

Vigilo las cañas encajadas en sus soportes, sentado en una caja apoyada en la crujía, escribiendo de vez en cuando en mi bloc de notas cuantas cosas me vienen al pensamiento. La verdad es que resulta bastante difícil escribir con el balanceo y los golpes, de vez en cuando, que las olas dan contra las amuras del barco.

Regresamos a puerto tras más de cuatro horas bailando al son de las olas y sin nada que declarar, salvo que hemos gastado un kilo de cebo para nada.

Durante el almuerzo, ‘pescaitos’ de lonja, comentamos las noticias que salen en la prensa diaria y atendemos con curiosidad la que informa de la agresión de pescadores marroquíes a los españoles que están faenando en esas aguas autorizadas por el acuerdo antes mencionado.

Pero bueno, una de dos: o han exagerado la noticia en referencia a la agresión con palos y piedras ¿es que de verdad el mar tiene piedras asequibles desde las cubiertas de los pesqueros marroquíes?. A menos que tengan esas piedras cargadas como lastre, ya es una cosa curiosa y por lo demás indicaría premeditación. Ignoro si los atacantes pertenecen al Estado Islámico.

Meditemos, amigos, meditemos. ¿Cómo saldrían las portadas de los periódicos si los españoles, en territorio español por cierto, tirasen palos y piedras a los trabajadores marroquíes?...

Llevamos dando pasos en falso con un Gobierno temeroso del rey alauita, más todavía cuando en el estadio de fútbol del Raja de Casablanca sus hinchas vitorean al Estado Islámico que está fascinando a los jóvenes musulmanes de diversos países, incluso europeos. Ni osan, los de nuestro Gobierno, llamar al embajador para que pida explicaciones al Gobierno marroquí.

Un Gobierno capaz de seguir hundiendo la economía del país, bonificando a los empresarios con 6.000 millones de euros y recortando las prestaciones al desempleo, con los daños colaterales del hundimiento de las cuentas de la Seguridad Social… además de pagar, conjuntamente con la UE, 40 millones de euros anuales al monarca marroquí por permitirles pescar en sus aguas territoriales y que no sepa imponer los acuerdos, no merece estimación ninguna. Está siendo el hazmerreir mundial.

A todo ello quiero hacer una pregunta: ¿El producto de la pesca, que obtenemos en los caladeros marroquíes, superan esa cantidad que pagamos anualmente? ¿Supera asimismo los daños que hacen a los pesqueros españoles?, sinceramente lo dudo.

Ante estas cuestiones… ¿no sería más barato importar el pescado que pesquen los marroquíes?, de esa manera los 40 millones anuales serían destinados a esa compra y a pagar el subsidio de pescadores españoles, y europeos en la proporción correspondiente, en el paro.

A no ser que ese acuerdo con Marruecos sea una tapadera de asuntos más importantes o en plan de cuota de protección. Muy curioso.

En fin, la vida sigue y yo también aunque un poco apenado al no logar pescar ni a un besugo.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto