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Aunque éste fenómeno pasa
desapercibido para muchas personas en Ceuta que le hayan
querido restar importancia a este asunto, el yihadismo y el
reclutamiento de jóvenes para viajar hasta las zonas en los
que se ubican los frentes bélicos de Irak y Siria con la
idea de hacer la “yihad doméstica” es una realidad en Ceuta,
de la que según las informaciones del Ministerio del
Interior ya se encuentran dos, aparte de las que las Fuerzas
de Seguridad del Estado han logrado impedir que alcanzaran
sus objetivos.
Pero lo que realmente debería preocupar son los motivos por
los que muchos y muchas jóvenes se deciden a dar este paso,
porque igual habría que poner soluciones de manera inminente
para poder erradicar este fenómeno. Según los expertos, que
llaman a este fenómeno radicalización exprés, jóvenes
musulmanes de familias moderadas se están transformando en
peligrosos combatientes dispuestos a entregar su vida por el
islam. Las menores parecen especialmente vulnerables a esta
tendencia y Ceuta es la zona de España más contagiada por
esta pandemia. Algo que se debería estudiar en profundidad.
Los expertos abundan, en lo que se refiere a Ceuta, que la
situación en la que se encuentra favorece esa ilusión,
haciendo hincapié en que el hecho que la tasa de paro
juvenil en la ciudad supere el 70%, provoca que los chicos
no tengan dinero para casarse y las jóvenes que quieren
formar una familia ven en Siria una buena forma de tenerla.
Otro apartado que ven como causa los expertos es que la
formación de las menores no es precisamente las más idónea
para contrarrestar intelectualmente las tentaciones que
plantea el islamismo radical. Y es que Ceuta es la zona de
España que cuenta con mayor tasa de fracaso escolar y donde
el 47% de los jóvenes abandonó los estudios sin conseguir el
graduado de la ESO. Lo que obliga a pensar que habría que
estudiar este problema y poner soluciones de inmediato.
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OPINIÓN / EDITORIAL
