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sociedad - JUEVES, 11 DE DICIEMBRE DE 2014


Samia con tres de sus cuatro hijos. reduan.

soluciones
 

Una mujer al borde del
desahucio pide una alternativa

Samia tiene cuatro hijos, el menor de dos
meses, y va a ser desalojada de la casa que ‘okupa’ y en la que está empadronada
 

CEUTA
V.S.C.

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Samia tiene apenas unos días para abandonar la casa en la que vive desde hace más de cuatro años o será desalojada si el juez no cambia de opinión. Y es que, una sentencia le ordena salir de la vivienda en la que un día entró ilegalmente ante la falta de un techo donde cobijar a su familia. Aunque el abogado de Samia ha recurrido esta decisión, la familia teme que no sirva para nada y verse en la calle sin apenas recursos. Y es que, el único ingreso que tienen Samia y su marido, de origen marroquí, son 280 euros de ayuda. Ninguno de los dos trabaja y por eso han acudido a Servicios Sociales en busca de una solución pero, según cuentan, allí la única alternativa que les plantean es que Samia y sus hijos se vayan a vivir con el padre de ella o con la familia de su marido en Marruecos.

Aunque esta mujer es consciente de que la vivienda que ocupa es militar, pide que le dejen seguir en ella en lugar de que esta sea derruida y no se construya nada después. Si no, espera que desde Servicios Sociales le faciliten una ayuda de alquiler para no verse en la calle con sus hijos, ya que el más pequeño no ha cumplido ni los dos meses.

Samia se siente impotente, pero también indignada y así lo traslada su hermana en declaraciones a EL PUEBLO. Y es que, según explica, en las casas adyacentes a la de su hermana también hay otras familias ‘okupas’ a las que “no les ha llegado ninguna carta” para que desalojen las viviendas. Además, Samia lleva empadronada en la vivienda varios años, por lo que no entienden por qué si le aceptaron que se empadronara y ahora la quieren echar de la casa sin darle ninguna alternativa. La vivienda, aunque ni siquiera tiene luz, está llena de humedades y no tienen apenas comodidades, es el único cobijo de esta familia que teme que cada día pueda ser el último que pasen en lo que ha sido su hogar estos últimos años.
 

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