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                     Ciertamente, tal y como ayer dijo 
					el delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio 
					González Pérez, quizás los tiros al aire efectuados en la 
					noche del pasado miércoles frente al acuartelamiento de la 
					Legión no tenga nada que ver con el aumento del terrorismo 
					yihadista, ni con el asesinato perpetrado en Francia. 
					También es cierto que entre las funciones de González Pérez 
					se encuentre la de suavizar los incidentes que se produzcan 
					para no alarmar a la sociedad, no en vano las fuerzas y 
					cuerpos de seguridad del estado realizan a diario un 
					magnífico trabajo contra estas actuaciones y las pruebas 
					están en las numerosas redadas, detenciones y 
					desarticulaciones de redes yihadistas que se han producido. 
					 
					Pero si esos disparos no hay que vincularlo con nada de lo 
					anterior expuesto, el delegado del Gobierno en Ceuta no 
					podrá negar que es preocupante que por la ciudad de Ceuta 
					existan descerebrados armados, que campan a sus anchas, y 
					que lo mismo te pegan siete tiros al aire para atemorizar, 
					para advertir y simplemente porque estaban aburridos en sus 
					casas. Es preocupante que existan descerebrados de esta 
					calaña que el pasado miércoles por la noche les dio por 
					disparar al aire pero que cualquier día, con cualquier 
					sustancia psicotrópica más encima o simplemente con que 
					parte de la neurona que puedan tener se quede más tocada de 
					lo que actualmente la tienen para que se dediquen a disparar 
					a diestro y siniestro sin que ello les importe lo más 
					mínimo. Hay que recordar que 2014 cerró con un número de 
					muertes violentas, en una ciudad de poco más de 19 
					kilómetros cuadrados, bastante alarmante y eso no son 
					congeturas, son datos, por mucho que intente suavizarlos 
					González Pérez, así que no sería descabellado conceder a los 
					cuerpos y fuerzas de seguridad del estado más medios y 
					refuerzos para luchar con eficacia y contundencia contra 
					esta lacra. 
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