| 
                     
					El pasado jueves 15 de enero de 2015 entró en vigor la Ley 
					25/2013 de impulso de la factura electrónica y creación del 
					registro contable de facturas electrónicas. A partir de ese 
					día todas las empresas proveedoras del sector público 
					(administración central, autonómica y local, así como entes, 
					organismos y empresas públicas) tendrán la obligación de 
					presentar sus facturas en formato electrónico. Solamente 
					podrán seguir presentándose en formato papel aquellas 
					facturas con un importe (impuestos incluidos) inferior a los 
					5.000 euros, así como las destinadas a servicios en el 
					exterior. 
					 
					El resto de facturas deberán presentarse en el modelo único 
					de factura electrónica fijado para toda la administración, a 
					través del Punto General de Entrada de Facturas de la 
					Administración del Estado (FACE), salvo en el caso de 
					algunas comunidades autónomas como La Rioja, Canarias, 
					Castilla y León, Galicia o País Vasco que han establecido 
					sus propios registros electrónicos. 
					 
					El objetivo de esta reforma es el de mejorar la 
					transparencia en la lucha contra la morosidad de las 
					Administraciones Públicas y permitir luchar contra las 
					llamadas “facturas en el cajón” y así lo explican desde la 
					Cámara de Comercio. Este sistema permitirá a los proveedores 
					conocer en todo momento el estado de su factura (admitida, 
					en pago, etc.) y la supervisión interna de los órganos 
					contables y de gestión. Con ello, destacan desde el 
					organismo presidido por Karim Bulaix, se podrá realizar un 
					mayor control sobre los periodos de pago del sector público. 
					 
					La obligación de emitir facturación electrónica afecta 
					también a las empresas de “especial transcendencia 
					económica” para el país, que realizan transacciones con el 
					público en general como son los servicios financieros, 
					suministros eléctricos, de agua o gas, agencias de viajes 
					(cuando la transacción se haga a través de internet) o 
					transporte de viajeros. 
					 
					No obstante, no todas las empresas están preparadas para 
					esta forma de facturación a pesar de que ya se ha puesto en 
					marcha y no hay vuelta atrás. Según los datos publicados por 
					SERES, a final del tercer trimestre sólo el 10% de las 
					empresas estaban preparadas para cumplir con dicha 
					normativa, alcanzando el 37% en el caso de las 
					administraciones.  
					 
					La falta de adaptación de las empresas, principalmente pymes, 
					puede suponer un importante problema ya que puede conllevar 
					un retraso o una inadecuada presentación de sus facturas que 
					conlleve retrasos en sus cobros, con el importante perjuicio 
					que ello puede suponer. Además, en la Ciudad Autónoma, según 
					ha podido conocer EL PUEBLO, también se están produciendo 
					problemas en este periodo de transición. 
					 
					Por ello, desde la Cámara de Comercio ya se realizó una 
					primera jornada de sensibilización y formación el pasado 18 
					de diciembre, que se volverá a repetir mañana, desde las 
					9.30 horas. En esta jornada, según han informado desde el 
					organismo, se informará de las nuevas obligaciones que 
					impone la Ley 25/13, aclarando todos los aspectos que las 
					empresas requieran a la vez que les explicará todo el 
					procedimiento que deben seguir las empresas de Ceuta que son 
					proveedoras de la administración para la adecuada 
					presentación de sus facturas. 
					 
					Asimismo se presentará el servicio que desde la Cámara se ha 
					puesto a disposición de las empresas interesadas para 
					ayudarles a implantar la factura electrónica y cumplir con 
					la legislación. Y es que, esta ya se encuentra en vigor y 
					desde el jueves no se pueden presentar facturas en papel.  
   |