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FITUR, la Feria Internacional de
Turismo, ha llegado este año como agua caída del cielo, ya
que Ceuta necesita con carácter urgente mejorar una imagen
muy dañada después de los últimos acontecimientos.
Ciertamente Ceuta no es nido de yihadistas ni tampoco una
ciudad de caldo de cultivo del yihadismo, y es ahora, en
esta importante Feria, donde todos los dirigentes
desplazados hasta la capital del reino deben trabajar duro
para intentar restaurar esas graves heridas que programas
como ‘En tierra hostil’ o las continuas noticias vertidas
sobre el terrorismo islámico en la ciudad autónoma están
causando a la imagen de Ceuta. Si el trabajo de estos años
atrás ha sido árduo, más intenso debe ser este año en el que
nuestra imagen se está viendo boicoteada, atacada de forma
cruel con el único propósito, parece ser, de buscar el
sensacionalismo sin tener en cuenta lo perjudicialepueda ser
para el equilibrio social, económico y cultural de la
ciudad. Los dirigentes del Gobierno local desplazados hasta
Madrid deben lograr, en estos días, hacer desaparecer esa
falsa imagen que se ha dado de la ciudad y atraer al mayor
número de turistas posibles hasta las costas de una Ciudad
que posee muchos encantos, que no deben verse dañados por
una minoría descerebrada o terroristas de la información que
a través de documentales sesgados buscan sólo audiencia.
Coincidiendo con este gran escaparate que supone FITUR, hay
que destacar una vez más la participación del Presidente
Vivas, es esta ocasión en ‘Los Desayunos de TVE’, donde ha
reiterado que “es extraordinariamente injusto y dañino decir
que Ceuta es la cantera europea del yihadismo” y que “Ceuta
encuentra en la diversidad religiosa un motivo de riqueza y
no de peligro”. Este es el mensaje que hay que repetir hasta
la saciedad. Y Vivas parece estar en ello.
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OPINIÓN / EDITORIAL
