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OPINIÓN - VIERNES, 30 DE ENERO DE 2015

 
OPINIÓN / COLABORACION

El inexistente ideario de Podemos

Por Carlos Folch Valero


Hasta hace poco este actualmente mediático personaje, no se conocía, y no era la comidilla de muchos círculos sociales, hablo de Pablo Iglesias, el actual líder de Podemos. Se ha bastado de unos meses y de un movimiento social para darse a conocer de manera explosiva y conseguir 5 escaños al Parlamento Europeo. Desde que este personaje irrumpió al mundo mediático, siempre me ha gustado escucharle, a pesar de no compartir sus ideas políticas, hasta el pasado sábado lo consideraba como un posible candidato a dirigir esta país. Después de ver su actuación el pasado sábado en una entrevista de televición, pude reafirmar que pobre de España si algún día esta personaje tiene responsabilidades de gobierno.

De Podemos se ha dicho ya de todo a estas alturas, tanto desde la más absoluta alabanza que roza lo religioso, hasta las más absolutas aberraciones en contra suya. Uno de los aspectos por los que más se les ha criticado ha sido por la cuestión programática: ¿cuál es el programa de Podemos? También aquí hay posturas radicalmente enfrentadas: desde quienes les acusan de no tener ninguno hasta quienes advierten sobre un programa oculto de extrema-izquierda, con la eliminación de muchas de las libertades que hoy disfrutamos en nuestro país. Solo hay que comprobar diariamente las noticias que nos llegan desde Venezuela en contra de la libertad de los ciudadanos, país de referencia democrática para Podemos.

En cuanto a los datos objetivos sobre el ideario o programa de Podemos, tenemos poco: el Manifiesto que dio el pistoletazo de salida al nuevo partido antes de las elecciones europeas de 2014, el programa electoral de esas mismas elecciones, los documentos fundacionales del partido, y el reciente documento económico redactado por Torres y Navarro. Lo demás son las declaraciones de sus propios dirigentes en mítines, entrevistas o medios de comunicación. A lo que hay que añadir lo que cada cual cree o imagina que también es parte de ese ideario o programa de Podemos. Esto último se debe a dos factores: a la ilusión generada por el partido, que hace creer a muchos, ingenuamente, que Podemos representa lo que él piensa (aunque Podemos nunca lo haya manifestado así), y por otro lado a la calculada ambigüedad de este partido que, en muchos asuntos, ni dice sí ni no, por ejemplo, sobre la república, sobre Ceuta y Melilla y otros temas.

Sea como sea, el ideario concreto y el programa completo de Podemos es, hoy por hoy, un misterio, un enigma que no se resolverá hasta que el partido elabore el programa electoral con el que se presentará a las elecciones generales. Esta incertidumbre es la que da pie a hipótesis sobre cuál será ese programa: si realmente existe ya en las cabezas pensantes del partido, o si se va haciendo sobre la marcha. No voy a entrar aquí en si ese programa existe realmente o no, pero vamos a asumir como hipótesis que sí al objeto de tomarlo como excusa para este texto. Voy a suponer que los líderes de Podemos tienen un programa oculto, una serie de medidas político-económicas concretas y coherentes entre sí que forman todo un programa de acción política. Y voy a suponer que se trata de un programa de transformación socialista de la sociedad, es decir, un programa de sustitución de la monarquía por una república, de nacionalización de los principales recursos energéticos, de la banca y las grandes empresas, de escuela pública, única y laica, sin enseñanza privada ni concertada, de radical separación de Estado y religiones, etc. Y vamos a suponer también que Podemos tiene oculto ese programa socialista como parte de una estrategia calculada para ganarse el voto de las capas medias más allá de los asalariados, y no asustar a las clases altas. En su lugar, Podemos presentaría un programa descafeinado y edulcorado para luego, una vez en el poder, llevar a cabo su auténtico programa.

Una hipótesis así suena a conspiración. No obstante, tampoco es totalmente irracional llegar hasta ella a partir de varios factores. Por un lado, hay que tener en cuenta que los dirigentes de Podemos no son estúpidos ni pardillos, sino estudiosos de las ciencias políticas y sociales, y que conocen bastante bien los mecanismos políticos y sociológicos que condicionan las elecciones, las luchas políticas, etc. También está el hecho de que gran parte de sus dirigentes proceden de partidos políticos de izquierdas, sobre todo Izquierda Unida e Izquierda Anticapitalista, partidos claramente socialistas.
 

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