| 
                     
					Hoy se inaugura en el Museo del Revellín una galería 
					pictórica elaborada por José Baena. 
					 
					Baena es cordobés de nacimiento (14 Julio 1946) pero se 
					confiesa caballa de espíritu. A la pronta edad de 8 años 
					comenzó a trabajar guardando ganado, aclarando algodón, 
					cogiendo aceitunas... Desde entonces no ha parado de 
					trabajar en un sinfín de labores. llega a Ceuta en la década 
					de los años setenta. En esos tiempos realiza su primer 
					trabajo en la ciudad pintando y terminando ‘La Pantera Rosa’ 
					de Juan Carlos I y ha trabajado con numerosos arquitectos y 
					ha sido tertuliano en la Tertulia Flamenca.Tras su 
					jubilación, se interesa por la pintura y comienza a elaborar 
					sus propias obras de manera totalmente autodidacta.  
					 
					Pregunta.- ¿Por qué comenzó a pintar? 
					 
					Respuesta.- Pues muy sencillo, fué cuando me jubilé. Al año 
					ya estaba aburrido y empecé con mi nieta, haciendo 
					pajaritos, árboles, haciendo paisajes... al final la niña se 
					aburrió y el que se congregó de lleno fue el abuelo, que 
					todo el dinero que ganaba era para pintura. 
					 
					P.- ¿Qué se va a encontrar el público asistente en la 
					exposición? 
					 
					R.- Se van a encontrar paisajes, algunas copias y otras 
					originales.  
					 
					P.- ¿Qué cantidad de obras hay recopiladas en esta 
					exposición? 
					 
					R.- Pues hay alguna guardada en el propio museo. En total he 
					traido 51 cuadros pero están expuestas 42 obras en total.
					 
					 
					P.- Llama la atención la diversidad de las técnicas que 
					utiliza.  
					 
					R.- ¿Te llama la atención? Es que a mi me gusta tocarlo todo 
					(ríe). Empecé con acuarelas, luego me pasé al óleo y he 
					terminado con lo más difícil, ahora estoy con el acrílico. 
					Tiene muy mala leche el acrílico, sube mucho de tonalidad, 
					tienes que tener mucho cuidado con los tonos. Haces un tono 
					claro y se te sube al doble.  
					 
					P.- Aparte de la pintura, ¿qué otros artes le gustan? 
					 
					R.- Para eso tengo un artista. Para la música tengo un 
					artistazo. Mi hijo Manolo, que ha estado en Benidorm, en 
					Tenerife... Es compositor y está dando clases en la Casa de 
					la Juventud. Ahora, el padre no. Al padre la música...no. Yo 
					tengo una voz muy vasta (risas) 
					 
					P.- ¿En qué se suele inspirar? ¿Qué le anima a pintar? 
					 
					R.- ¿Inspirarme? Si te digo la verdad la experiencia mía es 
					mirar una cosa y si me llena lo pinto. Yo no soy de los que 
					dibujan, lo hablo todo mediante la pintura, sin cuadricular. 
					Yo los cuadros los empiezo desde arriba, comienzo con el 
					cielo y termino con la tierra. Así voy componiendo, voy 
					dando y dando hasta que termino. 
					 
					P.- ¿Tiene algún pintor o movimiento predilecto? 
					 
					R.- Yo, la verdad, es que no he tenido tiempo para eso. No 
					he tenido tiempo más que para trabajar. Hombre, hay grandes 
					maestros, pero como no los he estudiado ni he tenido ni 
					dinero ni ocasión... ahí no he escarbado. 
					 
					P.- ¿Y que hay de su trabajo? ¿Hay alguna obra en 
					concreto que le guste o le tenga un cariño especial? 
					 
					R.- Mira, una a la que le tengo es el de los gatos esos 
					(señala una de sus pinturas). Ese cuadro está hecho a 
					espátula y me ha costado un trabajo enorme. Hay que coger 
					masa de pintura y con la espátula ir dándole fondo, hacer 
					las formas... A esa le tengo cariño porque la verdad es que 
					es trabajosa.  
					 
					P.- Comenzó a pintar cuando se jubiló. ¿Qué más le 
					gustaría hacer? 
					 
					R.- Como la pintura ‘ná’. Pero también me gusta jugar al 
					dominó. Yo mi dominó... mi partidita, caminar mi hora y 
					media al día... ¡Hombre! Me gusta mucho un buen festival 
					flamenco, me gusta, mucho, una corrida de toros. Toreros 
					tengo 14 o 15 pintados aunque expuestos ahora tengo 
					sólamente dos. Todos los años, si puedo una corrida o dos 
					las veo. 
					 
					P.- ¿Qué le resulta más difícil a un pintor cuándo se 
					pone a trabajar? 
					 
					R.- Si te digo la verdad, difícil no veo nada. Yo me pongo y 
					es que es ponerse. Lo más difícil son los tonos, son muchos 
					colores y con el acrílico hay que tener mucho tacto. Lo 
					difícil al pintar es ponerse y cogerlo con ilusión y 
					entusiasmo, tener un poco punto de referencia y eso te lo 
					dan las manos y la vista. Yo me he demostrado que pintar es 
					muy fácil, me siento y no me acuerdo de comer aunque cuando 
					más me gusta pintar es por la noche. 
					 
					P.- ¿Hay alguna frase célebre que le guste recordar? 
					 
					R.- Es que yo frases... cómo no he estudiado y no he hecho 
					más que trabajar las frases mías son de la enciclopedia de 
					la calle. He sido pobre en leer, como le dije, con ocho años 
					ya trabajando... 
					 
					P.- De comida estoy seguro de que algo sabrá. ¿Tiene 
					algún plato favorito? 
					 
					R.- A mí donde esté un buen ‘pescaíto’, un rodaballo o unas 
					angulitas me vuelven loco. También yo hago un pollo a la 
					almendra de chuparse los dedos, estuve dos años de pinche de 
					cocina. 
					 
					P.- ¿Me lo podría acompañar con una bebida? 
					 
					R.- Por las noches un Johnnie Walker de etiqueta negra y al 
					medio día un buen Rioja. 
					 
					P.- ¿Un Lugar en Ceuta? 
					 
					R.- Me gustaba mucho la Tertulia Flamenca, ahora voy mucho 
					al Casino Militar que es donde echo mis partidas y la gente 
					es muy educada. 
					 
					P.- ¿Si Ceuta fuera un cuadro? 
					 
					R.- Buff. sería un paraíso, Ceuta es el paraíso terrenal, 
					‘La Perla del Mediterráneo. Y mira que Córdoba y las 
					cordobesas... 
					 
					P.- ¿Le gustaría añadir algo a esta entrevista? 
					 
					R.- ¿Algo que añadir? Que me compren cuadros y siga 
					pintando. 
   |