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No podía ser de otra forma, las
situaciones se repiten cada año y en cada ocasión aquel que
es el presidente del Gobierno tiene que aguantar lo suyo y
lo de los vecinos de parte de todos aquellos que suben “al
púlpito” con la idea de que ellos son los buenos y el
presidente, sea el que sea, lo está haciendo fatal. Tras el
debate, cada uno sale con la idea de que estuvo genial, pero
son pocos los que debieran admitir que, en más de una
ocasión han estado como auténticos “verduleros” de los
malos, con términos desagradables, a veces soeces y con
comportamientos que cruzan todas las líneas rojas de la
falta de vergüenza.
Y en esto, que a nadie le quepa la menos duda que han
marcado el punto álgido este año dos personajes a los que
jamás podré llamar “señorías”, y si no utilizo para ellos
otras terminologías que serían las que se merecen es por no
caer en los términos “barriobajeros” que ellos fueron
utilizando.
Naturalmente, al llegar a este punto, me estoy refiriendo a
Garzón de IU y a Coscubiela de ICV-EUIA.
A Garzón “le dio la alternativa” Cayo Lara y más que para
progresar y aumentar las simpatías y con ello el número de
diputados en el futuro, lo que parecía es que le había
mandado a firmar el “acta de defunción” de IU, a base de
insultos, de sloganes gastados y todo ello a base de
palabras de descrédito para los demás sin aportar él nada
para poder mejorar la situación. Visto lo visto, a nadie le
debe extrañar la situación en la que ha caído IU y si ésta
es la tónica para el futuro, que vayan cerrando el “kiosko”,porque
ya han hecho lo que tenían que hacer, nada.
Por lo que se refiere a Juan Coscubiela, podemos decir que
rompió todos los moldes y todos los techos de la poca
educación o de la tónica positiva que llevara a mejorar el
país, y no me cabe ninguna duda de que, desde ahora, habría
que establecer nuevas normas para que en el lugar donde
debiéramos estar representados todos los españoles no tenga
la palabra nadie que sirva de mal ejemplo, de escarnio y de
poca vergüenza.
La actuación de Coscubiela ha sido la más desvergonzada que
jamás se ha visto en el Congreso de los Diputados, llegando
a tildar al presidente del Gobierno de “capo de la
corrupción”.
Intolerable, sencillamente eso, y menos mal a que en ese
instante Celia Villalobos que estaba presidiendo el Congreso
le ordenó retractarse de lo que había dicho, pero lo dicho
ahí quedó. Lo más correcto hubiera sido echarlo del propio
Congreso de los Diputados y haberlo puesto a mejor recaudo.
Tras la actuación de esta pareja de “satélites”, Mariano
Rajoy tuvo un gesto de querer apartar el mal humor y con
tono templado les hizo una relación de pasajes de su vida,
que demostraban que está sobre la tierra:”Nací en Santiago
de Compostela, y más tarde al ser mi padre funcionario
vivimos en PIEDRAHITA un pueblecito de Ávila...”, con lo que
yo lo que digo desde ese instante es que gracias a la
desvergüenza de estos dos de IU y de ICV-EUIA ha podido
salir en el Congreso el nombre de mi pueblo, con la imagen
de tener personas normales, habitando el territorio
nacional. Y es cierto que allí, en mi pueblo, vivió parte de
su niñez Mariano Rajoy, porque su padre era el juez de
Piedrahita, y estamos seguros de que ninguna de las personas
que tuvieran que ser juzgadas, en aquellos días, por el juez
Rajoy merecería una condena como la que podrían merecer
estos dos parlamentarios, que muy poco buen ejemplo dieron a
los españoles que estuvimos viendo el debate del estado de
la Nación.
Todos los demás, cada uno iba a lo suyo y con lo suyo, pero
casi siempre con la corrección y con el chascarrillo que
podía exigir el momento, lo de estos otros que cité debería
haber estado fuera del guión.
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OPINIÓN / EL ESQUINAZO
