| 
                     
					 Tras concerse la sentencia del Contencioso 
					Administrativo por la que se anula el nombramiento de la 
					viceconsejera de Presidencia, Gobernación y Empleo, Adelaida 
					Alvarez, la formación política Vox, a través de un 
					comunicado, ha manifestado que volvemos a encontrarnos de 
					cara con la realidad jurídica que cierra los cortos pasos de 
					un Gobierno que pierde a marchas forzadas la credibilidad de 
					los ceutíes, sobre todo de sus propios votantes y que viene 
					marcando la debacle en la próxima cita electoral. 
					 
					Nombramientos de personas sin capacidad y formación 
					demostrable como subdirectores generales, sin cumplir los 
					requisitos para esos puestos, entre ellos ser funcionarios 
					de la Administración Pública con categoría profesional de 
					Técnico, simplemente por simpatías de Vivas, ya que ni 
					siquiera fueron miembros electos de las listas del PP. 
					 
					Pero no contentos con esto, ante la sentencia judicial que 
					inhabilitaba estos nombramientos, pues se les ocurre otra 
					genial idea, darle otro apellido al enchufe del amigo, nada 
					más y nada menos que viceconsejeros. Algo así como coserse 
					un traje a medida para que no dejen de percibir un sueldo 
					público, sueldo que pagamos todos los ceutíes de nuestros 
					bolsillos. Sin olvidar, que entre toda esta diatriba de 
					nombramientos, han habido denuncias, sentencias, recursos de 
					sentencias, etc...., que también son pagadas por los 
					bolsillos de los contribuyentes. No vayamos a ser tan 
					ingenios en pensar que Vivas o cualquiera de sus amiguetes 
					pagan de sus sueldos las minutas de abogados, procuradores, 
					tasas judiciales y demás. En definitiva, todo un derroche 
					que se traduce en estrangular al ciudadano para tener 
					contento a un par de amiguitos. 
					 
					Y ahora les vuelven a cerrar el grifo ya que se ha declarado 
					inconstitucional el nombramiento como miembros de la Junta 
					de Gobierno de una entidad local a personas que no ostenten 
					la condición de concejales o, en su caso, diputados electos; 
					en conclusión, que Vivas no puede nombrar a su antojo a 
					quien le parezca conveniente. Toda una lección de humildad 
					del todo poderoso virrey de los ceutíes. Todo esto no es más 
					que una desfachatez de un Gobierno que no busca el bien 
					común sino el rédito personal.  
					 
					Vox Ceuta, viene defendiendo la disminución drástica de la 
					carga política que sufre nuestra Ciudad y que se refleja en 
					el Capítulo I de los Presupuestos. Unos costes que se están 
					agigantando de una manera insostenible y que no viene más 
					que a reflejar la necesidad de tener contentos a esa red 
					clientelar de un Gobierno acabado. 
					 
					Por eso proponemos como parte principal de nuestro programa 
					para las elecciones de Mayo, la reducción al máximo posible 
					de Consejerías, 6 como máximo, y nada de nombramientos de 
					viceconsejeros, asesores, secretarios de los asesores, 
					directores generales.  
					 
					Los nombramientos que se lleven a cabo partirán de los 
					propios funcionarios de la Ciudad, dependiendo de sus 
					capacidades y formaciones, que para eso están y para eso son 
					funcionarios públicos. 
					 
					Es importante tener en cuenta que los ceutíes exigen una 
					gestión transparente de los recursos, y que se haga de una 
					manera clara y efectiva. Es importante y necesario acabar 
					con el duopolio del bipartidismo a nivel nacional, y con el 
					monopolio del PP en Ceuta tras más de 14 años gobernando 
					bajo la figura caduca de un presidente criticado 
					 
					Desde la formación política manifiestan que estamos hartos 
					de gobiernos populares sobredimensionados que no respetan a 
					los ciudadanos; hartos de gastar los caudales públicos en 
					decisiones extravagantes de un partido que nos ha llevado a 
					ser una de las ciudades más endeudadas de toda España, 
					argumentando que ahora es el momento del cambio. 
   |