Circulación y carburantes
 

Jesús Carretero
opinion@elpueblodeceuta.com
 

Posiblemente, estos días son los de más tráfico de todo el año, juntamente con los últimos días del mes de agosto cuando culminan las vacaciones del verano.

Y muy extraño ha sido el hecho de que, ante tantas salidas, para desplazamientos largos, cortos o medianos, el viernes ya se nos anunciara a bombo y platillos que bajaban los precios de los carburantes.

“Menos mal, por una vez el PP ha actuado en contra de sus propios principios de colocar cada vez más impuestos y ahora nos hace el favor de que nos cueste menos llenar el depósito del coche”. Esta fue mi forma de pensar, en la tarde del viernes y como tenía que viajar al día siguiente, para no perder tiempo en repostar el sábado por la mañana me fui a llenar el depósito de mi coche, el propio viernes sobre las nueve de la noche.

Una vez más, la Ceuta de Juan Vivas, en los impuestos de los carburantes miraba hacia otra parte. El viernes, el combustible no había bajado. “Tendrá que ser así”, me dije, pero ya es llamativo que se esté haciendo publicidad de la bajada de los carburantes y esa bajada llegue a otras partes antes que a Ceuta, si es que va a llegar, en algún momento.

Ojalá, lo que estoy escribiendo ahora mismo a las once de la noche del viernes ya no sirva para el sábado, para el domingo o para nunca, sería bueno poder repostar a menor precio, pero también debo decir que comprendo muy bien el que con estos impuestos de los carburantes, por ejemplo, se puedan cubrir muchos de los gastos que acarrean tantos “asesores” que están amamantados por la Ciudad, pongamos por caso.

Y sería bueno, lo vamos a hacer durante la época de la campaña electoral, que Ceuta supiera cuantas son las personas que “trabajan” en el Ayuntamiento, con ese trabajo logrado a pulso y cuantos son los que han entrado enchufadetes, que con el dedo bobalicón de la crema y nata del Ayuntamiento se han colocado ahí de rondón, cuñados, primos, sobrinos y demás familia, con lo que todos estos parientes, amigos y demás, nos están costando un auténtico riñón.

La campaña electoral va a ser larga, las listas de los enchufados son, sin lugar a dudas mucho más largas todavía y si al Ayuntamiento llega alguien con ganas de “coger la escoba” y barrer todo aquello que entró sin habérselo ganado a pulso, sino que la entrada se hizo por la puerta de servicio o del favoritismo, si alguien se atreviera a reducir esos gastos, con sólo eso, los carburantes, por ejemplo, podrían costarnos mucho menos.

Y hoy, con una baja considerable de la población de Ceuta, desde el mediodía del viernes, comenzamos la Semana Santa, ahora ya sin tanto ayuno y con menos abstinencias que hace cincuenta años, pero con ganas de cambiar, aunque sea tan sólo por cuatro o cinco días, los hábitos adquiridos a lo largo de varios meses, y luego ya con la vista puesta, no en los chaparrones como los que nos han caído días pasados, sino en el buen tiempo, en el calor, cada día un poco más y antes de que llegue ese verano con la incógnita frente a nosotros de quién será el próximo que ocupe el sillón principal de la Alcaldía. Particularmente creo que lo va a seguir ocupando la misma persona, pero si es sin mayoría absoluta ya se vería como el que sea “maneja la izquierda, la derecha, el capote y, a veces, incluso las banderillas”. Ardo en deseos de llegar a finales de mayo.