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El personal del centro de salud
del Tarajal se manifestaba ayer durante varios minutos a la
entrada del mismo para protestar por la última brutal
agresión que un administrativo del centro sufrió a manos de
un usuario que sin justificación alguna la emprendió a
golpes con el trabajador. Esta lamentable situación de un
desalmado que se toma la justicia por su mano porque no le
gusta las normas que tiene el centro, no es la primera vez
que sucede en el mismo y los trabajadores ya están cansados.
Por ello, se debe poner pie en pared y decir basta ya, y
sentarse con ganas de trabajar y buscar todas las medidas
legales que existan para que situaciones tan graves como la
vivida el pasado jueves en el centro de salud del Tarajal no
se vuelvan a producir, ni allí ni en ningún otro centro
sanitario.
¿A qué se está esperando para tomar medidas? ¿a que algún
día esa agresión termine en tragedia? La agresión no está
bajo ningún concepto justificada, y ante este tipo de
situaciones no se puede andar con medias tintas. Como se
resalta desde las centrales sindicales, hay que ser
contundentes, con medidas ejemplarizantes que provoquen una
reacción ante estos agresores y que antes de llegar a esos
extremos tengan en cuenta todo lo que pueden perder y dejar
de recibir. No se puede consentir esa inseguridad laboral y
desde este diario, además de solidarizarnos con el personal
del centro de salud del Tarajal, nos unimos a esas petición
de buscar con urgencias medidas contra los casos de
agresiones, bien con la presencia policial en los centros,
bien con la retirada de la asistencia sanitaria al agresor.
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OPINIÓN / EDITORIAL
