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Las posiciones encontradas en el
caso de la adjudicación de las 317 VPO de Loma Colmenar,
dificultan conocer toda la verdad sobre este polémico
asunto. Mientras el ex viceconsejero de Vivienda, Antonio
López, afirma que el listado era conocido “por varios
integrantes del Gobierno, así como por algún miembro de la
oposición, los cuales tuvieron la oportunidad de
supervisarla y darle su visto bueno”, el portavoz del
Gobierno, Jacob Hachuel, lo tiene claro; López, es “un
mentiroso” que está “desbordado por los acontecimientos” y
la lista “no existe”.
Ambas partes, definitivamente
enfrentadas, defienden sus posiciones con contundencia,
aunque ninguna tiene pruebas que demuestren lo que afirman.
Y si las tienen no parecen dispuestos a mostrarlas. Dos
versiones totalmente opuestas que despiertan animadversión e
ira en muchos ciudadanos.
Los que si parecen tenerlo más
claro son los partidos de la oposición, ya que, salvo
Caballas, que no se sabe si va o viene, los demás, PSOE,
MDyC y Ciudadanos, defienden el listado de adjudicatarios
publicado y se oponen al sorteo.
Y en medio, 317 familias
ceutíes que ven como un día, sus nombres aparecen como
adjudicatarios, son llamados para firmar los contratos y
recoger las llaves de las casas, y al día siguiente se
quedan sin nada. Y además van a tener que enfrentarse a un
sorteo que, como ya argumentamos el pasado martes y ayer
reconocía el propio Hacob Hachuel, es un sistema mucho más
transparente pero a la vez mucho menos justo. Repetimos de
nuevo que no se trata de que quien más proteste tenga una
vivienda, sino de que la tenga quien más lo necesite. Y
esto, el sorteo no lo garantiza.
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OPINIÓN / EDITORIAL
