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El director general de la
Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, dejaba constancia
ayer de la intención de reforzar las fronteras españolas del
norte de África con la intención de seguir luchando contra
la inmigración ilegal, de la que ha reconocido que pese a
que en los últimos meses se ha producido un importante
descenso en cuanto a los intentos de entrada ilegal, es una
situación que siempre hay que tener en cuenta y mantener la
vigilancia. Además, en este contexto el director general de
la Guardia Civil con respecto a la imputación de los
guardias civiles ceutíes por la muerte de los quince
inmigrantes en las inmediaciones de la Playa del Tarajal,
mostró un respaldo que que se echó en falta cuando
ocurrieron los hechos, hace ya más de año y medio, y aseguró
que él no legisla y que “el Cuerpo tiene la obligación de
cumplir con la legislación, no la discute, la cumple”. Pese
a que esa rotundidad que siempre se ha echado en falta en
cuanto al respaldo solicitado por el cuerpo de la Guardia
Civil parece que ahora ya si es patente, este parece que ha
llegado también a través de los Presupuestos Generales del
Estado, ya que en los mismos se ha visto un aumento
considerable destinado a la Guardia Civil con el fin de
reforzar todas las actuaciones que tiene encomendada, entre
las que se encuentra la inmigración ilegal. Precisamente, en
los últimos meses se ha visto como el Gobierno ha puesto su
empeño en mejorar la impermebealización de las fronteras
para evitar la continua llegada de inmigrantes ilegales, e
incluso ha modificado leyes y ha instalado oficinas para
atender posibles peticiones de asilo en la misma frontera.
En definitiva, parece que han tardado pero se han dado
cuenta que los agentes de la Guardia Civil cumplen con su
obligación y velan por la seguridad del Estado Español y de
sus fronteras.
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OPINIÓN / EDITORIAL
