|
Forzar la máquina casi siempre
tiene nefastas consecuencias. En esta ocasión será una
huelga de autoescuelas que, si nada cambia y parece que no
lo hará, el próximo día 8 dejarán de hacer exámenes de
destreza, necesarios para conseguir diversos permisos de
conducir. El motivo no es otro que la indignación ante una
promesa incumplida del Gobierno de ceder un terreno para
poder hacer prácticas de destreza. Los perjudicados,
nuevamente, no son otros que los ciudadanos. Tras siete años
esperando una pista, las autoescuelas han decidido plantarse
ante el Ejecutivo local para que cumpla el compromiso
adquirido por el mismo presidente de ceder un terreno que,
incluso hace unos meses parecía que ya estaba localizado en
el puerto. Sin embargo nunca se ha materializado este cese
ni nadie se ha puesto en contacto con los representantes de
este sector que en el mes de febrero realizaban la última
petición formal para obtener un terreno y no depender del
Ministerio de Defensa. Y es que, ha sido este el que hasta
ahora les ha cedido una parcela militar para realizar
prácticas, eso sí, cuando no tenía que ser usada por el
Ejército. Por ello, desde las autoescuelas han denunciado en
varias ocasiones que se encontraban en precario y han pedido
una parcela que, además por ley, se les debe ceder por parte
de la administración local. Pero desde la administración,
sin ninguna justificación aparente, han dejado este tema en
algún rincón que, con tanto cambio de dependencias, ha
debido quedar en el olvido. Ahora, con nuevos consejeros en
los despachos, es hora de dar respuesta a compromisos que
además son necesarios para mejorar la calidad de los
servicios a los que tienen derecho los ceutíes. Y es que, no
ser ciudadanos de segunda, no sólo depende de las ayudas que
otorgue el Gobierno central, sino también y en mayor medida
de la acción del Ejecutivo local.
|
OPINIÓN / EDITORIAL
