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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 21 DE OCTUBRE DE 2015

 
OPINIÓN / EDITORIAL

Cerco al narcotráfico en el Estrecho

Ceuta es un punto caliente del tráfico de drogas entre Marruecos y la península, pero gracias al trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se está poniendo coto a esta actividad ilícita.

La última prueba de ello es la operación realizada a principios de octubre por la UDYCO, en colaboración con la Brigada Central de Estupefacientes y Vigilancia Aduanera de Algeciras, que se ha saldado con la incautación de media tonelada de hachís y la detención de implicados en una red de narcotráfico. Un trabajo que, lejos de ser fruto de la casualidad, es una tarea ardua y difícil en la que los agentes llevaban meses trabajando. El objetivo, no sólo es truncar un pase de droga, sino acabar con la raíz de un problema profundo y manejado por unas mafias que trabajan en la sombra. Con tesón y mucho esfuerzo, en los últimos dos meses desde la UDYCO han culminado dos operaciones importantes. La primera, en plena operación feriante, que acabó con una red de narcotráfico que operaba desde Granada y evitó el pase de cinco toneladas de hachís hacia Algeciras en remolques de la feria. Ahora, la segunda, ha atacado otro modus operandi: el de las embarcaciones de recreo. Nadie es inmune en el Estrecho y operaciones como esta lo demuestran. Cualquiera que sea el cauce, desde los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado están alerta para luchar contra el narcotráfico. Una lucha en la que también colaboran, y deben hacerlo, otros organismos, como en este caso ha sido Vigilancia Aduanera de Algeciras. Y es que, esta debe ser una lucha sin cuartel contra el negocio de la droga y toda ayuda es poca. Por ello, la vía de la colaboración se debe explotar al máximo. El camino es duro y todavía queda mucho por delante. No obstante, con operaciones como la llevada a cabo a principios de octubre se demuestra que los narcotraficantes no pueden campar a sus anchas como pueden creer algunos de ellos.
 

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