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Frágil y desprotegido. Aunque
pocos elegirían estos dos adjetivos para describir el mar,
ese que tantas veces ha conseguido aislar a Ceuta de la
península y cuyas olas embravecidas juegan a su antojo con
el ir y venir de pasajeros por el Estrecho, la realidad es
que el medio marino está desamparado ante la falta de
concienciación por parte del ser humano. El hombre, en su
afán de progreso, se ha olvidado de que el mar no es un
lugar donde desechar su basura y todo aquello que le pueda
sobrar. Así, a lo largo de toda la costa ceutí, al igual que
el resto de la costa española, se acumulan todo tipo de
residuos que atacan la fragilidad del medio marino y de
todas las especies que viven en el. Buena prueba de ello han
dado este fin de semana las decenas de voluntarios que se
han sumado a la Gran Limpieza Nacional de Fondos Marinos
organizada por la Red de Vigilantes del Medio Marino. En 19
puntos de la costa española, entre ellos Ceuta, se han
recogido kilos y kilos de residuos de todo tipo que deben
convertirse en una llamada de atención. Esta gran labor que
se ha desarrollado por parte de submarinistas voluntarios
debe alertar de la falta de concienciación que existe entre
la población en general. Y es que, la basura no sólo se
arroja desde embarcaciones de recreo o incluso ferrys, sino
que muchos bañistas la desechan en el agua tras un largo día
de playa. Una mala manía que no se puede consentir. Para
ello, además de buenas iniciativas como la que ha llevado a
cabo la Red de Vigilantes del Medio Marino, también es
importante que se involucren las administraciones públicas
para concienciar a propios y extraños de la importancia de
cuidar el medio marino.
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OPINIÓN / EDITORIAL
