La AD Ceuta FC encajó ayer su primera derrota de la
temporada al caer por 2-1 frente al Córdoba B. El equipo
caballa volvió a merecer mucho más, esta vez en el Nuevo
Arcángel, ante uno de los equipos más potentes de todo el
grupo, aunque la falta de puntería de cara a puerta y las
decisiones de Tausto Fernández terminaron por marcar el
desarrollo final del encuentro.
Y es que, con el 0-1 en el marcador, el colegiado granadino
perdonó una clarísima segunda cartulina amarilla al
cordobesista Moha, además de que los ceutíes también
perdonaron el segundo gol justo antes del descanso. Tausto
Fernández, además, demostró no medir a los dos equipos por
el mismo rasero al sí expulsar (por unas más que rigurosas
manos) a Migue en el 63’, lo que obligó al conjunto caballa
a tener que afrontar la última media hora con un jugador
menos, lo que el filial cordobés aprovechó para marcar su
segundo gol y llevarse la victoria.
El Ceuta afrontaba en el Nuevo Arcángel uno de los partidos
más complicados de la temporada. El equipo caballa tenía
ante sí a un Córdoba B que todavía no sabía lo que era
perder en su propio campo, y que fue el primero en acercarse
con peligro al área ceutí. Sin embargo, mientras que el
disparo de Moha delante de Garrido se marchó alto, el tímido
remate de Quiles desde el punto de penalti terminó en las
manos de Garrido.
El Ceuta no tardó en quitarse la presión inicial del filial
cordobesista, haciéndolo además con el 0-1. En el 19’
Villatoro aprovechó un mal entendimiento de la zaga rival
para hacerse con el esférico, mandando a Prieto un buen
balón bombeado a la espalda de los defensores. El delantero
no se lo pensó y sin dejar caer la pelota al suelo envió un
certero remate con el que batió a Sillero, marcando el
décimo tanto en su cuenta personal.
Solo dos minutos después llegó una de las jugadas más
polémicas del encuentro: Moha, que ya contaba con una
cartulina amarilla, levantó en exceso la pierna y golpeó a
Salim, que cayó sobre el césped y que tuvo que ser atendido
fuera del terreno de juego. Tausto Fernández, sin embargo,
no se atrevió a mostrar la segunda tarjeta al jugador
cordobesista (como ya sucediese la pasada semana con el
malagueño Saameño Pérez, que tampoco expulsó a Chavero) ante
el asombro y la indignación de los ceutíes.
Esta jugada debió haber cambiado el rumbo del encuentro,
puesto que el Ceuta podría haber afrontado el partido desde
el 21’ por delante en el marcador y con un jugador más sobre
el campo. El equipo caballa, que jugó muy serio el resto de
una primera mitad en la que anuló totalmente el potencial
ofensivo del Córdoba B, tampoco fue capaz de aprovechar su
mejor ocasión para aumentar la ventaja antes del descanso:
en el 44’, Prieto se plantó ante Sillero, al que dejó en el
suelo antes de disparar. El guardameta cordobesista, sin
embargo, sacó una gran mano desde el suelo para rebañar la
pelota en el último momento y evitar el segundo del
delantero ceutí, llegándose al descanso con el 0-1.
Las concesiones tanto de Fausto Fernández como del Ceuta
durante la primera mitad no tardaron en ser aprovechadas por
el Córdoba B tras el descanso. Y es que, el filial
cordobesista apenas tardó seis minutos en poner las tablas
en el marcador después de que Quiles, a centro de Sebas,
batiese a Garrido con un buen remate. Prieto, poco después,
pudo volver a cambiar el rumbo del encuentro al tener en sus
botas el 1-2, aunque su disparo desde el área pequeña
terminó marchándose por línea de fondo. La situación se
complicó todavía más en el 63’ para el equipo caballa, que
vio cómo Migue debía abandonar antes de tiempo el terreno de
juego al ver una muy discutida segunda cartulina amarilla
por manos.
Con el Ceuta en inferioridad numérica la última media hora
de partido, el Córdoba B aprovechó su oportunidad para dar
el golpe definitivo en forma de 2-1, de nuevo obra de Quiles
que, tras colocarse el balón con la derecha a centro de Moha,
superó a Garrido con la zurda. El Ceuta no bajó los brazos,
luchando por conseguir al menos un valioso empate en el
campo de un Córdoba B que demostró una gran seriedad en
defensa para mantener su ajustada victoria al final del
partido.
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