Jesús Salido, presidente de la Confederación Española de
Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (CEAPA), ofreció
ayer por la mañana una conferencia en la Sala de Usos
Múltiples de la Biblioteca Pública del Estado ‘Adolfo
Suárez’. La charla comenzó un poco antes de las 11 de la
mañana y se tituló ‘Deberes e igualdad de oportunidades’.
Antes de su conferencia concedió una entrevista a EL PUEBLO.
“El tema es el de los deberes, es un tema que está en la
boca de muchísimas familias, cada vez más, es recurrente por
la cantidad de trabajo que se llevan los chicos y chicas a
casa y cómo condiciona la vida de los menores, su tiempo de
ocio, su capacidad de gestionar su propio tiempo, la
relación que hay dentro de la familia porque es un tema que
genera conflictos, tensiones, cómo condiciona la relación
familiar”.
Salido comentó que ha recibido muchos correos electrónicos
de AMPAS y de familias “que nos cuentan muchas cosas, de
familias preocupadas por diferentes temas, sobre todo la
gratuidad de la educación, el coste de los libros. El tema
de los deberes es recurrente desde hace unos años. La mecha
se encendió con el correo de un padre que comentaba que por
qué a su hijo le habían suspendido una asignatura a pesar de
haber tenido todos los exámenes aprobados, incluso con
notable, y sin embargo le suspendieron la asignatura por no
tener los deberes hechos”, expuso el presidente de CEAPA.
Por tanto “evaluar un trabajo que se hace fuera del aula es
difícil evaluarlo incluso para llegar a suspender una
asignatura cuando los exámenes y los controles los había
superado con éxito”. A raíz de esa conversación “este
hombre, que es abogado, llegó incluso a entrar en temas
legales porque preguntaba qué normativa había incumplido.
Realmente no hay una normativa que pueda, simplemente la
libertad de cátedra y los criterios de evaluación del
profesorado”.
A partir de ahí se generó un debate “bastante importante”,
apuntó Salido. “Mucha gente se animó a denunciar y a
cuestionar algo que tenemos asumido, como la mayoría de la
familia, como que los deberes forman parte” de la carga de
los alumnos.
Los deberes suponen “una carga muy importante para los
chavales, les puede llevar incluso a suspender una
asignatura y entendemos que es un acto de desigualdad.
Porque hay familias que cuando llegan a casa no tienen
tiempo, madres y padres que no pueden por temas de horario,
familias que no saben porque las asignaturas se complican y
a veces la formación de los padres no está al nivel de lo
que están estudiando sus hijos. Incluso hay familias que sí
que saben y tienen formación pero no saben transmitir los
conocimientos. Incluso familias con carreras universitarias
y no saben enseñarles los deberes que les están mandando a
sus hijos”.
¿Qué ocurre al final? “Pues que las familias acabamos
pagando clases particulares en academias y ahí es donde
entra el factor de la desigualdad. El sistema educativo no
puede generar situaciones que supediten el progreso de los
chicos y chicas a las condiciones económicas de sus
familias, porque es lo que está ocurriendo”.
Salido habló con una familia de un pueblo de Cuenca que
reconoció “que organizaban rutas para coger varios coches y
llevaban a los chicos del pueblo a un pueblo más grande en
el que había academias, porque en su pueblo no había
academia”. Según el lugar donde vives “no tienes acceso a
ese tipo de servicios”.
Por tanto es “una vuelta de tuerca más en el concepto de
desigualdad y que la escuela pública no puede permitir, el
sistema educativo no puede permitir ni avalar ese tipo de
prácticas. Otra cosa es que cuando los chicos llegan a casa
les apetezca investigar más sobre lo que han aprendido en el
aula y aplicarlo a su vida diaria. Pero sentarse en casa a
hacer más de lo mismo, a memorizar, a repetir, a hacer
ejercicios, porque no ha dado tiempo. A veces lo que ocurre
es que no hay tiempo, las clases se comprimen, la jornada
continua posibilita que haya más deberes porque las tardes
están libres”.
Sobre la carga de trabajo Salido manifestó que “el problema
no es que la carga sea elevada. Cada docente envía lo que
ellos creen que es adecuado para la edad y para sus alumnos,
pero está visto que lo que para un niño le lleva quince
minutos a otro le lleva dos horas y otro ni siquiera sabe
por dónde empezar”.
Tareas escolares
Por lo tanto “no es la carga. No están adaptados a cada uno,
son deberes que en general son para todos igual y no depende
de la cantidad, si no de la capacidad de saber hacerlo de
forma autónoma. Muchas veces les mandan tareas que no saben
ni cómo empezar. Los padres a veces se ponen con ellos,
algunos se los hacen. ¿Cómo se evalúa algo que se hace fuera
de la clase y posibilita aprobar o no un curso? No es tanto
la cantidad si no que realmente el concepto de deberes, la
obligatoriedad y las consecuencias negativas en caso de no
hacerlo”.
Salido añadió que “hay que cambiar el concepto de
transmisión de conocimientos. La metodología hay que
cambiarla, no podemos seguir manteniendo clases magistrales
donde las personas salen al aula, tenemos a los chicos
sentados escuchando una lección y al final vienen las
preguntas. La metodología es muy importante”.
La propuesta del presidente de CEAPA es que “hay que hacer
clases más participativas, trabajo en grupo, trabajo
cooperativo, no poner las clases por niveles de conocimiento
si no que chicos que tengan mejor nivel enseñan en el grupo
a otros que tienen menos. Está demostrado que es importante
y generar esa chispa para cuando salgas de clase poder
aplicar a tu vida diaria lo que has aprendido en el aula que
normalmente no tiene nada que ver. Lo que se aprende en el
aula, normalmente, los chicos no entienden para qué les va a
servir. Asistir a clase es su obligación pero hacer las
cosas por obligación en cuanto puedes dejas de hacerlas”.
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Salido considera que “hay que hacer clases más
participativas”
La propuesta del presidente de
CEAPA es que “hay que hacer clases más participativas,
trabajo en grupo, trabajo cooperativo, no poner las clases
por niveles de conocimiento si no que chicos que tengan
mejor nivel enseñen en el grupo a otros que tienen menos.
Está demostrado que es importante y generar esa chispa para
cuando salgas de clase poder aplicar a tu vida diaria lo que
has aprendido en el aula que normalmente no tiene nada que
ver”. Además Salido comentó que “lo que se aprende en el
aula, normalmente, los chicos no entienden para qué les va a
servir. Asistir a clase es su obligación pero hacer las
cosas por obligación en cuanto puedes dejas de hacerlas”.
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