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OPINIÓN - VIERNES 30 DE DICIEMBRE DE 2005

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Venga niño adelante, vamos con la segunda porque, estas fiestas son lo más parecido a las sevillanas.

La primera fiesta la Navidad, la segunda que es la que nos toca, en estos momento, la despedida del año viejo y la bienvenida al año nuevo, con la esperanza puesta en que algo cambie, con la llegada del nuevo año, para bien en nuestras vidas.

Todo está centrado en el próximo día cinco, en que se juega la lotería del “Niño”. Y aquí habría que decir, como en el chiste, “Virgencita si no me toca, déjame como estoy”.

Aunque si me deja como estoy, me vas a dejar más seco que una mojama, lo que no supone, por cierto, ninguna novedad. Lo novedoso sería que, por esas cosas que tiene la vida, me tocase un “pellisquito” en el ”Niño”, Ni se imagina el “Niño” lo que lo iba a querer.

No pierdo la ilusión de que, un siglo de estos, me toque. Y mucho menos la esperanza porque ya se sabe que la esperanza es lo último que se pierde.

Menos mal que la esperanza no es dinero, porque si fuese dinero siglos habrían pasados en que, servidor, hubiése perdido todas las esperanzas del mundo.

Cómo será la cosa que, según contaban mis padres, una de las primeras frases que dije era responder a la pregunta de: quién tiene la culpa de todo esto a la que ,servidor, respondía de forma rápida y sin titubeos, “la tiene el maldito parné” .

Dicen que esa frase la “largaba”, servidor, contando sólo con siete meses de edad. La verdad, tengo que reconocerlo, no me acuerdo pero si eso es así y no tengo porque dudarlo, soy un adelantado a mi tiempo, porque desde pequeñito, demasiado pequeñito, ya sabía que el tener “parné”, que es el culpable de todos los males de la Tierra, no iba a ser mi fuerte.

De todas formas, para conformarme, ante la falta del importante “elemento” que es el dinero, me digo la frase que nos décimos todos los pobres , “lo importante es la salud”, a sabiendas de que esa frase sólo es una mentira piadosa.

La salud es como si le dan a usted, por un suponer, un bocadillo de pan seco. No me negarán que si a ese pan, que representa la salud, le añaden par de lonchas de jamón, de esas que se pegan al paladar, la salud mejora una jartá.
A ver, si es posible, que me toque algo en la lotería del próximo día cinco y, con toda seguridad, mejora mi salud una jartá. Bueno, mi salud y las de todos mis acreedores que tendrán una oportunidad única, en sus vidas, de que nos quedemos en paz y jugando.

No sé por qué razón, mis acreedores, amigos mios del alma, se alegran una jartá al verme paseando por las calles de ésta bendita tierra que, cada día, está más guapa.

Al menos veinticinco de ellos, han tenido la gentileza de felicitarme las navidades y preguntarme si jugaba a la lotería de navidad y cuáles eran los números que jugaba, así como las cantidades que jugaba en cada uno de ellos.
Oiga, amigo guardia, detalle que han tenido al felicitarme y que, servidor, valora en lo que vale .

Lo que me ha dejado un poco “mosqueado”, ha sido el interés que mostraron, todos ellos, en saber los números que llevaba y la cantidad de parné que jugaba en cada uno de ellos.

Me imagino que sus razones tendrán, las mismas por las que me han parado, todos ellos, para decirme, “no nos ha tocado nada, es una pena. A ver si hay suerte con el ”Niño”.

Después de escucharles, he comprendido las razones por las que les hubiése gustado que me tocase la lotería, porque ellos jugaban el mismo número que servidor, de ahí sufrase “ no nos ha tocado nada, es una pena”

Como me los encuentre, de nuevo y me vuelvan a preguntar que números llevo y cuánto me jugado en cada uno de ellos no se lo voy a decir y, de esa forma, evito que vayan a comprar mis mismos números que seguro que no tocan, porque a mi la suerte en tocante a la lotería me ha vuelto las espaldas desde el día que estos peazo de ojos se abrieron al mundo. ¡Dita sean las cazuelas de papas!

El día que, por una de esas casualidades que tiene la vida, me toque un “pellisquito” de algún sorteo de la lotería, primitiva, euromillón, quiniela, Once o Bonoloto les doy mi palabra, y mi palabra vale más que una firma en cualquier documento, que les invito a todos a pasar quince días de vacaciones, con todos los gastos pagados en Miami, incluida una visita a la mansión de Julio Iglesias, donde podrán conocer a todos sus artistas preferidos.

No me negarán que jugar, lo que se dice jugar, juego a todo a ver si alguna vez acierto.

De momento, mientras me toca y puedo cumplir mi palabra dada, a todos ustedes, de llevarlos a Miami con todos los gastos pagados, no desaprovechen la ocasión y coman lo mejor que puedan, para poder soñar con ese prometido viaje que, por cierto, se sueña mucho mejor con el estómago lleno.

No vayan a dejar de comer, pensando en la promesa, porque con el estómago no se juega. Se acabó.
 

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