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SUCESOS - MIÉRCOLES 7 DE NOVIEMBRE DE 2005


ESTACIÓN MARÍTIMA DE CEUTA. NICOL'S

TRIBUNALES / SENTENCIAS
 

Tres condenados a penas de
cárcel por tenencia de drogas

Los jóvenes ingirieron bellotas de hachís
para superar los controles del puerto ceutí
 

CEUTA
Verónica Fernández

local
@elpueblodeceuta.com

Un joven de 29 años fue condenado ayer a un año y ocho meses por un delito contra la salud pública cometida en mayo de 2002 al intentar cruzar en el ferry con dirección a Algeciras portando más de un kilogramo de hachís.

Los hechos tuvieron lugar el 25 de mayo del 2002, cuando el acusado, J.E.D., nacido en Madrid en 1976, se encontraba en la estación marítima de Ceuta esperando para embarcar en el ferry. En ese momento, los agentes de la Guardia Civil que prestan sus servicios en el Puerto sospecharon que el joven podía portar sustancias estupefacientes por lo que procedieron a registrarlo. Finalmente, descubrieron que J.E.D. llevaba la droga en el interior de su cuerpo, en concreto, un total de 1.040 gramos de hachís distribuidos en pequeñas bolas de resina que había ingerido. Dichas bolas presentaban un índice de THC del 13,7 por ciento y tenían un valor de 1.239 euros que el acusado declaró que “era para su consumo y el de su hermano”. La sentencia también recoge que J.E.D. declaró que lo había comprado en Marruecos y que consumía diariamente de 15 a 20 gramos.

Se da la circunstancia de que J.E.D. era reincidente ya que había sido detenido hasta en doce ocasiones antes de ésta. Todas ellas por delitos similares. Por ello, en el momento de ser juzgado en Ceuta tuvo que ser trasladado desde la prisión madrileña de Soto del Real, donde cumplía condena.

Finalmente, el fallo emitido por la jueza de la sala primera del juzgado de lo penal de Ceuta eliminó el agravante de reincidencia y decretó una condena de un año y ocho meses de prisión para el acusado así como una multa de 1.239 euros (valor estimado de la mercancía) con tres días de responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago. Del mismo modo, se establece el comiso de la sustancia intervenida así como el pago de las costas procesales.

1.080 gramos de hachís

El 18 de julio de 2002, a las 19.30 horas, los agentes de la Guardia Civil destinados en la estación marítima de Ceuta detuvieron a un joven granadino, que responde a las iniciales R.M.M., acusado de un delito contra la salud pública.

Aunque en un primer registro, no se encontraron pruebas de que el joven portase alguna sustancia ilegal, tras un examen radiológico, efectuado en las dependencias del puerto, se descubrió que el chico, que entonces tenía 25 años, había ingerido diversas bellotas de hachís hasta completar una cantidad de 1.080 gramos.

Según recoge el informe de la Guardia Civil, R.M.M. expulsó las cápsulas en seis veces. La primera vez fueron 54 cápsulas que pesaban 340 gramos. La segunda, expulsó 38 bellotas conteniendo 220 gramos, posteriormente fueron 14, 17, 48 y la sexta y última vez tan sólo 5 bellotas de hachís que, finalmente, completaron los 1.080 gramos mencionados anteriormente y que habían sido distribuidos en un total de 176 envoltorios. Fue un día después, el 19 de julio a las 18.30 horas cuando el joven tuvo por fin libre de drogas su abdomen y cuando el informe radiológico mostró que ya no poseía ningún cuerpo extraño en su interior.

El acusado manifestó, según dice la sentencia, que es “toxicómano”, que es la segunda vez que pasa droga y que es para “consumo personal”. Según declara, ha pagado 420 euros en Ceuta por dicha cantidad de hachís que le durará un mes.

Se le pregunta si muestra su conformidad para realizar la ‘prueba del pelo’ y R.M.M. accede. Dicha prueba se realiza para investigar el consumo de estupefacientes. Según los expertos, mensualmente el cabello crece un centímetro por lo que tomando una muestra se puede determinar si la persona ha consumido alguna sustancia en ese periodo. En el caso del joven de Granada, se tomó una muestra de cinco centímetros que permitió comprobar que, en los últimos cinco meses, R.M.M. sí había consumido distintas sustancias estupefacientes a juzgar por los índices de toxicidad que presentaba la muestra tomada.

El joven cumplía actualmente condena en el centro penitenciario de Albolote por un delito cometido en 2000 y que también fue considerado ‘contra la salud pública’. En esa ocasión, portaba un total de 941 gramos de hachís que pensaba destinar “a la venta y donación a terceras personas”.

El fallo determina un agravante de reincidencia, tipificado en el artículo 22.8 del Código Penal, y un atenuante por drogadicción, que recoge el artículo 21.2 del mismo texto. Según la sentencia, “el acusado cometió los hechos a causa de su grave adicción a sustancias estupefacientes” por lo que se determinó una condena de un año y ocho meses de cárcel con accesorias legales. También tendrá que pagar una multa de 1.261 euros con tres días de responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago y las costas procesales.

Toxicómano internado

El 11 de junio de 2003 a las 21.30 horas, durante el control de embarque de pasajeros rutinario efectuado en el puerto de Ceuta, los agentes de la Compañía Fiscal de la Guardia Civil intervinieron casi 400 gramos de resina de hachís a un joven gaditano.

Según relata el informe, “había indicios de que el joven pudiera llevar sustancias estupefacientes en el interior de su cuerpo” por lo que fue llevado a las dependencias de la Agencia Tributaria de la estación marítima de Ceuta para efectuar el oportuno reconocimiento radiológico, ya que el primer reconocimiento corporal dio resultado negativo.

El joven, F.E.M. accedió voluntariamente y el resultado de la placa dio positivo por lo que se procedió a la obtención de la droga. Al día siguiente, el acusado expulsó 35 cápsulas de una sola vez, arrojando un peso total de 355 gramos con un índice de toxicidad del 10,11 %.

F.E.M. declaró que era para su propio consumo ya que todos los días consume 25 gramos. También dijo que lo compró cerca del Puerto de Ceuta a un individuo “que iba por la calle” y que había pagado por ello 350 euros.

El 14 de junio de 2003 el joven queda en libertad a la espera de juicio y el 15 de julio entra en contacto con la asociación de ayuda a drogodependientes y presos Mará que tiene sede en Puerto Real (Cádiz). Según un informe redactado por la psicóloga de este centro, el joven comenzó a consumir drogas de distinto tipo a los 13 años llegando a consumir hasta 18 porros diarios además de cocaína. La psicóloga también señala que “ha tenido una evolución favorable durante su estancia en el centro” y que “ha reducido el consumo de porros a sólo dos diarios”. F.E.M. tiene ahora trabajo estable y parece que está recuperado de su adicción.

La jueza de la sala primera de lo penal ha tenido en cuenta la toxicomanía como atenuante y ha decretado un año de prisión y una multa de 479 euros.
 

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