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El próximo 6 de diciembre se
conmemora el 30 aniversario de la Constitución española y el
Gobierno de la Ciudad ha dispuesto una iniciativa realmente
acertada.
Homenajear a los primeros ediles que resultaron de la
primera corporación democrática tras la aprobación de
nuestra Carta Magna de 1978 nos parece un acto de todo punto
plausible.
Los preparativo, de por sí, ya son emocionantes, como lo
están siendo para los propios protagonistas que,
afortunadamente aún con vida, van a participar activamente
del evento, como para los familiares de los tristemente
desaparecidos por el justo recuerdo a quienes configuraron
la primera generación política democrática del Ayuntamiento
de Ceuta tras más de cuarenta años de dictadura en España.
Recordar a los que ya no están como los hermanos Calvo
Pecino, Antonia Fernández, José María Albert, González
Azcune, Tomás Bernal, Bolorino García, Martínez Valdivia que
forman parte de la historia corporativa municipal de Ceuta y
que unieron sus nombres a los de Emilio Cózar, Rafael
Orozco, Antonio Vázquez, Carlos Floch, Antonio Gálvez,
Méndez Guerrero, Fructuoso Miaja, Miguel Illescas, Fernando
Jover entre otros, más allá de ideologías políticas, es un
homenaje verdadero a ceutíes que trabajaron por su tierra en
los momentos cruciales de una España en su particular
‘nacida libre’.
El próximo 6 de diciembre, día en que se conmemora el
aniversario de la Constitución, el Gobierno de Ceuta izará
una bandera española de grandes dimensiones. Una manera de,
como pueblo, enorgullecernos de nuestra condición
incuestionable.
Realzar con estos puntuales actos el homenaje a la
Democracia parece, no sólo adecuado, sino acertado y debe
contar, no nos cabe la menor duda, con la participación de
todos y cada uno de los miembros de la actual Asamblea
quienes son sucesores natos de la primigenia corporación
municipal y que con el homenaje serán recordados,
reconocidos y honrados.
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OPINIÓN / EDITORIAL
