El Club Gimnasio Goyu-Ryu ofreció su mejor cara en su visita
al difícil campo del Real Jaén, el Sebastián Barajas, pero
fue incapaz de levantar cabeza tras sufrir la señalización
de un penalti más que dudoso y la expulsión de Adrián. Todos
estos factores determinaron un más que abultado 3-0 a favor
de los andaluces que no se corresponde con lo demostrado en
el terreno de juego.
Los discípulos de Tayo se hicieron con el mando del partido
en los primeros minutos y gozaron de tres claras
oportunidades para abrir la lata. Sin embargo, ni el
sevillano Lino, la última incorporación de los gimnastas, ni
Julio, en dos ocasiones, pudieron batir al meta local. El
esquema diseñado por el técnico ceutí funcionaba a la
perfección, hasta que, en el minuto 36, el colegiado del
partido pito como penalti una inexistente mano de un jugador
visitante en su propia área. Mutiu se encargó de adelantar
al Real Jaén desde el punto fatídico. Aunque el Goyu-Ryu
intentó levantar cabeza, al filo del descanso el jiennense
Jacob le ganó la espalda a la zaga caballa en una internada
por la banda derecha y batió a Samuel de disparo cruzado.
Con 2-0 en contra al inicio del segundo período, el equipo
saltó al césped para intentar la machada, pero la expulsión
por roja directa de Adrián en el minuto 60, que se revolvió
contra un adversario, dilapidó cualquier tipo de esperanza.
El Goyu-Ryu notó la inferioridad numérica y se entregó a su
rival. A falta de diez minutos para el término del
encuentro, el Real Jaén rubricó el 3-0 merced a un disparo
desde dentro del área de Jacob que sorprendió a Samuel, un
resultado que no hace justicia a la entrega y al juego
desplegado por el equipo que dirige Tayo.
“El penalti nos hundió cuando mejor estábamos jugando y
también hemos dado la cara a pesar de jugar con uno menos
desde la expulsión de Adri”, afirma Tayo. El cuadro ceutí
formó con una alineación integrada por Samuel, Juanma,
Adrián, José, Villa, Bilal, Julio, Marzok, Lino, Maun y
Cristóbal. También tomaron parte Ortiz, Benegas y Juan.
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