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OPINIÓN - JUEVES 6 DE OCTUBRE DE 2005

 

OPINIÓN / EL OASIS

Los silencios
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

La secretaria general del partido socialista de Ceuta, María Antonia Palomo, ha dicho en una conferencia de prensa que su partido no entiende que un silencio pueda ser motivo de una manifestación por la españolidad de la ciudad autónoma, en referencia a la actuación del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al ser preguntado sobre la posibilidad de una soberanía compartida con Marruecos.

María Antonia Palomo, según sus palabras, parece que le concede poca o ninguna importancia a los silencios. Cuando todos sabemos, y más cuando nos vamos haciendo mayores, que los hay que matan. Y metidos ya en citas, recordemos algunas dedicadas al silencio.

“El silencio debiera ser la cualidad de aquellos a quienes faltan las demás”. “Hay silencios que hablan”. “El que guarda silencio no declara contra sí mismo”.

Cualquiera de estas frases podría aplicársele al silencio mantenido por ZP ante Driss Jettu, primer ministro marroquí, durante reciente celebración de la cumbre hispana-marroquí. Un silencio sepulcral que dejo a los ceutíes confundidos, en un primer momento; airados, después; y, enseguida, bramando disparates contra el presidente de un Gobierno que no quiso, o no supo, contestar a una pregunta de fácil y necesaria respuesta: Ceuta es española.

Por tal motivo, me extraña que María Antonia Palomo trate de quitar hierro al asunto con unas declaraciones en las que viene a decir que el silencio de ZP no justifica una manifestación frente a la Delegación del Gobierno. Con lo cual nos está llamando exagerados a cuantos creemos que la postura del presidente fue un acto de cobardía pasajera, a fin de no herir la susceptibilidad de los gobernantes vecinos; siempre tan a flor de piel cuando le son denegadas sus peticiones o se les dice que nones a unas reivindicaciones tan absurdas como injustificables.

Lo evidente, y créanme los socialistas, de Ceuta, que lo siento, es que el silencio de ZP ha propiciado que el partido haya vuelto a perder la confianza de innumerables personas que no comulgan con la política de los populares. Así, todo lo conseguido durante años por la secretaria general y sus afines, se ha diluido en el vaso de agua que el inquilino de la Moncloa hizo suyo para hacer frente a un silencio ignominioso. Toda una injusticia inmerecida que habrá de soportar una mujer que ha trabajado intensamente para que en la calle de Daoíz se pudiera percibir el sabor de la victoria. Me imagino, pues, que la señora Palomo debe estar sumida en el mayor de los desencantos; aunque se empeñe en poner buena cara a tan malos momentos y arremeta contra la manifestación.

Cierto que la manifestación, que se habrá celebrado cuando ustedes lean estas líneas, está convocada por alguien que en los años 80 se distinguió por hablar de Ceuta y Melilla como ciudades anacrónicas... y lo que ustedes ya saben. Pero aun así, es decir, por más que sepamos que el individuo en cuestión se está aprovechando de una deslealtad de ZP, ojalá que la plaza de los Reyes haya registrado un lleno absoluto y la gente se haya visto obligada a inundar todas las calles adyacentes. Sería una prueba palpable de que los ceutíes no están dispuestos a dar la callada por respuesta a las ofensas que vienen recibiendo. Y que, ante felonías como la ocurrida en Sevilla, son capaces de salir a la calle aunque sea acudiendo a la llamada de un dirigente político a quien sólo le siguen unas cuantas personas. Un dirigente político que ni siquiera consigue un acta de diputado, teniendo como tiene a su disposición todos los medios habidos y por haber.

Lo siento por María Antonia Palomo. Pero hay silencios que matan. El de ZP se la ha llevado a ella por delante.
 

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