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SOCIEDAD - DOMINGO 18 DE SEPTIEMBRE DE 2005


Estatua del fundador. COMGECEU.

SOCIEDAD / EJÉRCITO
 

Fundador de la Legión Española

El próximo martes día 20 de Septiembre se cumplirá el LXXXV Aniversario de la fundación de la Legión
 

CEUTA
REDACCIÓN

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El próximo día 20 de Septiembre se cumplirá el LXXXV Aniversario de la Fundación de la Legión. Con tal motivo, el Tercio Duque de Alba, 2º de Legión ha preparado una serie de actos culturales, religiosos y deportivos con los que se conmemora tan destacada efeméride, que tendrá su expresión más importante en la formación militar que tendrá lugar en el Patio de Armas del Acuartelamiento García Aldave, el próximo martes día 20.

Puro corazón. Es una frase para definir la controvertida personalidad de José Millán Astray y Terreros. Su vida es el prototipo de los últimos románticos, de los soldados que consideraban la milicia como una forma de vida, pero sin perder el contacto con la sociedad en la que vivía. Como Segundo Teniente es destinado el 24 de Febrero de 1896 al Regimiento Inmemorial del Rey nº 1, en Madrid. Meses más tarde, en Junio, ingresa en la Escuela Superior de Guerra para cursar los estudios que le permitirían formar parte del Cuerpo de Estado Mayor. Tras unas pocas semanas de curso se produjo la insurrección del Katipunam en Filipinas, lo que motivó que el reciente Oficial solicitara la baja en la Escuela Superior de Guerra para incorporarse a alguna de las Unidades que se estaban formando para partir hacia Filipinas. El 3 de Noviembre llega a Manila formando parte del Batallón Expedicionario de Cazadores nº 4. No tarda mucho en recibir su bautismo de fuego en la acción sobre el pueblo de Noveleta el día 19 de Noviembre. El 30 de Diciembre resistió con su Unidad durante seis horas un duro ataque enemigo en el pueblo de San Rafael; por esta acción recibió su primera Cruz de María Cristina de 1ª Clase y fue propuesto para un ascenso por méritos de guerra.

Durante su estancia en Filipinas recibió más condecoraciones y recompensas debido a su excelente comportamiento en combate. En el mes de Julio de 1897 embarca con destino a la Península en el vapor Alicante para reincorporase a la Escuela Superior de Guerra. Durante su viaje de regreso en su mente ya se empezó a gestar la idea de una nueva Unidad del Ejército creada por voluntarios.

Vivió en Madrid el desastre de la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Ascendió a Capitán en 1905 y un año más tarde contrajo matrimonio con Elvira Gutiérrez de la Concha. Terminó sus accidentados estudios de Estado Mayor en 1909.

Tras pasar por diversas Unidades de otras Armas (Caballería y Artillería) como parte de sus prácticas, en 1911 es nombrado profesor de la Academia de Infantería, donde impregnó a los cadetes de su espíritu.

La movilización de reservistas para nutrir las filas de las Unidades que debían servir en el Protectorado Español en el Norte de África motivó diversos altercados en toda España, especialmente en Barcelona donde se desarrollaron los sucesos de la Semana Trágica de Julio de 1909.

Este rechazo en la sociedad confirmó en Millán Astray sus proyectos para formar una Unidad que pudiera ser empleada por el gobierno en las situaciones en las que más bajas se pudieran suponer, sin que ello afectara a la sociedad civil.

En 1912 fue destinado a Melilla, donde conoció la problemática real del Ejército norteafricano. De ahí pasó a Ceuta en 1913 donde participó en la ocupación de Tetuán. Tras esto pasa a mandar una Mía de la Policía Indígena en Arcila, donde conoció al soldado indígena.

Asciende a Comandante por Méritos de Guerra en 1914 y es destinado a Barcelona. Su deseo era volver al Norte de África y así fue en Agosto de 1915, incorporándose a la prestigiosa Unidad de las Fuerzas Regulares Indígenas de Larache. Se suceden los combates y las recompensas. En 1916 le destinan alRegimiento Saboya nº 6 de guarnición en Leganés (Madrid).

Los combates en el Norte de África se van intensificando a la vez que se comienzan a oír voces en contra de la presencia española en el Protectorado. En 1919 Millán Astray empieza a dar forma y a exponer sus ideas sobre El Tercio, siendo designado por el Ministro de la Guerra para visitar la Legión Extranjera Francesa en Argelia y otros puntos. De esta visita extrajo importantes conclusiones sobre la forma de crear espíritu de Unidad, recompensas y castigos, disciplina y forma de emplear la misma. Durante su estancia en Filipinas conoció el Bushido de Nitobé (catedrático de la Universidad de Tokio) o código de honor de los guerreros samurai, que adaptó para crear el auténtico espíritu de la nueva Unidad.

Tras su regreso a la península, asciende a Teniente Coronel y es destinado a Oviedo, pero se le autoriza a continuar los trabajos necesarios para crear el Tercio de Extranjeros. Allí coincide con el entonces Comandante Francisco Franco Bahamonde, al que ofrece el puesto de 2º Jefe del Tercio de Extranjeros. Por Real Decreto de 28 de Enero de 1920 se crea el Tercio de Extranjeros, pero hay que esperar hasta el 4 de Septiembre del mismo año para que se autorice el alistamiento de personal. El primer alistado de La Legión fue Marcelo Villeval Gaitán, el 20 de Septiembre de 1920.

Sus hazañas en la Campaña del Norte de África y en cuantas guerras ha intervenido han hecho de La Legión Española una legendaria Unidad reconocida internacionalmente. Su espíritu de origen heterogéneo se lo dio su fundador, Millán Astray.

La figura de Millán Astray es la figura del eterno legionario, tuerto, sin brazo y con profundas cicatrices, pero altivo, orgulloso y siempre dispuesto al sacrificio. Su especial forma de ser, como ya he dicho, le hacen un personaje ciertamente llamativo.

Creó una Unidad donde las medias tintas no existen y donde el corazón prima sobre la razón; donde la dureza es religión y el cumplimiento del deber no contempla más límite que el honor. Aprovechó aquello que la sociedad rechazaba para así servir a esa sociedad, dando una oportunidad a miles de personas que ya lo tenían todo perdido. La fórmula empleada tiene plena vigencia hoy en día, y parece que la tendrá en el futuro, pues es universal e intemporal. Pueden cambiar las armas, los uniformes o los vehículos, pero ese espíritu que el viejo soldado ideó en un barco de regreso de Filipinas no cambia. Y no puede cambiar porque el fundador tenía un profundo conocimiento del ser humano y en esencia eso no cambia nunca.
 

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