|
Va a ser que no. Ceuta no estará
-ahora ya oficialmente- en la Reunión de Alto Nivel que
España mantendrá pasado mañana con Marruecos en Sevilla y en
Córdoba.
Aún reconociendo -en la misiva- Moratinos, que el Gobierno
que él representa es absolutamente consciente de que pese a
no tener todas las competencias, Ceuta tiene importantes
intereses en la relación bilateral de España con Marruecos,
será el Estado quien asuma y defienda la coyuntura ceutí en
la RAN de pasado mañana. Moratinos quedó abierto a recibir
sugerencias respecto del interés ceutí en la citada reunión.
Con un tono escrupuloso y cordial, Madrid y Ceuta
mantuvieron a lo largo de la tarde contacto directo a través
de escritos. En este sentido, el Gobierno de Ceuta respondió
de modo inmediato a la atención ofrecida por el Jefe de la
Diplomacia española, recalcando en primer lugar el parecer
contrario del Gobierno autónomo respecto de la decisión
final de no ser invitado a la cumbre hispano-marroquí.
Pero, en todo caso, el Gobierno de Ceuta participó al
Central de la necesidad de realizar un exhaustivo control de
la inmigración en general y de la de los menores en
particular, así como la normalización y potenciación de los
flujos comerciales entre ambos países entre ambos lados de
la frontera, estableciéndose una aduana comercial.
Dicho todo lo cual, la noticia previa de la no asistencia de
Ceuta y Melilla a la reunión con Marruecos no ha cogido
desprevenido a nadie. Al menos, ante la delicada cumbre que
se avecina -todo es más delicado cuando se trata con un país
con cierta inestabilidad como Marruecos-, las formas se han
mantenido y se ha demostrado sentido de Estado. El Gobierno
de Ceuta ha respondido con respeto pero al mismo tiempo con
la contundencia que el caso requería. El Estado le debe una
a Ceuta y a Melilla.
|
OPINIÓN / EDITORIAL
