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SOCIEDAD - JUEVES 8 DE SEPTIEMBRE DE 2005

 


Uniformidad actual del Tercio. EL PUEBLO.
 

SOCIEDAD / ANIVERSARIO DE LA LEGIÓN
 

Camino del 20 de septiembre:
La uniformidad en La Legión

Millán Astray, excelente psicólogo, se encargó de dotar a sus legionarios de un uniforme marcial, atractivo y cómodo al mismo tiempo
 

 
 


REDACCIÓN

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@elpueblodeceuta.com
 

Millán Astray, excelente psicólogo, se preocupó desde un principio de dotar a sus legionarios de un uniforme marcial, atractivo y cómodo al mismo tiempo. Ya se anunciaba en el primer cartel de enganche: \"El uniforme es vistoso\".

En las campañas de 1921 a 1925 el legionario consolida su silueta y así ha de permanecer hasta 1938, año en que se adopta el pantalón bombacho; hasta nuestra época poco ha variado su fisonomía; En 1938 debió darse un reglamento de uniformidad para La Legión, ya que en la Subinspección del Cuerpo existe una colección de fotografías que representan a un legionario, de frente y de espaldas, vestido con una serie de prendas diferentes.

Es durante las décadas de los años 40 y 50 cuando el uniforme legionario adquiere su mayor vistosidad y elegancia: gorrillo con barboquejo; bota alta flexible con espuelas y guardapolvo; largas guerreras de colores claros; anchos cintos de cuero negro con hebillas de emblemas calados; galletas de variados y vistosos colores; galas de gastadores, cornetas y tambores, etc. Un inciso interesante es la aclaración del uso del emblema legionario sobre el uniforme de paseo, adicionado con las barras de permanencia en el Cuerpo.  Esto fue regulado por O.C. de 26 de noviembre de 1923. Para Jefes y Oficiales el emblema habría de ir bordado en hilo de oro en el centro del bolsillo derecho de la guerrera, y, bajo aquél, podían llevar una barra roja por cada año completo de servicio en La Legión; por cada 5 años se sustituirían otras tantas barras rojas por una dorada (las barras rojas son de 2 mm. y las doradas de 5 mm.) colocadas en el lugar de la primera.

Poco después se aprobaría el uso de este distintivo para las clases y tropa, pero en vez de ir bordado en hilo de oro tendría que ir en sus colores naturales, y las barras por cada 5 años habrían de ser amarillas.

Los diferentes cambios de uniformidad sobrevenidos en el Ejército afectan también a La Legión, pero siempre con algo de retraso, por estar el legionario muy apegado a sus viejas prendas de uniforme. Así en 1952 quedó autorizado el uso del pantalón largo para paseo; en 1958 se suprimió la bota alta, el calzón breeche y el ceñidor de cuero, aunque La Legión continúa con ellas hasta 1966.  En 1955 el largo capote \"de montar\" es sustituido por otro más corto y con solapas y, para la tropa, el tabardo sustituye al capote. La década de los ochenta es un época de grandes cambios en la uniformidad del Ejército Español.

Todas estas reformas, adaptadas a La Legión, son recogidas en una orden de abril de 1987, por ella se modificaban los uniformes de gala y paseo.  Las divisas desaparecen de la prenda de cabeza sea teresiana, gorrillo o boina; en la guerrera las divisas dejan de llevarse en las bocamangas y pasan a ser llevadas en las hombreras; de estas desaparece el emblema legionario; en la camisa se llevan hombreras del color del uniforme (verde legionario) excepto los componentes de la BOEL que las llevan de color verde de las C.O.E.; en el cuello-solapa de la camisa se lleva, en metálico, el emblema legionario; aunque se conservan los escudos de brazo (distintivo de destino en Tercio) estos son modificados, así como los distintivos de destino en Bandera o Unidad (los llamados \"pepitos\"). Todas estos cambios han de ser observados a partir del 30 de junio de 1988.
En la actualidad

 Recientemente (el 7 de febrero de 1994) se ha publicado una nueva Instrucción General que regula específicamente los uniformes legionarios. En esta normativa se agrupan los uniformes en dos tipos: De Representación y Funcionales. En los primeros (gala, paseo, etc.) se da cabida a peculiaridades del uniforme legionario tradicional, respetando prendas y colores propios de este Cuerpo. En los segundos (uniformidad principalmente de campaña) se procura una asimilación al resto del Ejército, de forma que, en caso de guerra, el enemigo no disponga de datos para la identificación de las unidades, y, a la vez, que nuestros uniformes sean lo más parecidos posible a los del resto de los países de la OTAN.

 En la citada Instrucción General se agrupan los uniformes en diversos capítulos o clases: Gala para paseo (incluyendo los de Actos de Especial Relevancia); Diario en formación; Gala en formación; Campaña y Trabajo.
 

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