Tras la Semana Santa que todos vemos brillar por nuestras
calles, existen varios meses de duros ensayos, preparativos
y retoques. A esa, no todos los devotos solemos acceder,
bien por falta de tiempo, bien por falta de conocimientos o
simplemente porque no saben donde se llevan a cabo estos
trabajos.
El Pueblo de Ceuta pretende mostrar esta parte de la Semana
Mayor, que suele ser poco agradecida pero sin embargo puede
que sea más importante que la que vemos entre el Domingo de
Ramos y el Domingo Resurrección.
¿Qué sería del manto y de la saya de la Soledad sin que
antes se hubiese bordado en la Casa Aranda de Zaragoza?,
¿qué sería de nuestra Semana Santa sin imagineros como A.
Castillo Lastrucci, J.M Miñarro, José Rabasa o el alcalareño
Pineda Calderón? Pues bien, estas personas son conocidas y
aparecen en muchos folletos y programas de la Semana Santa.
Ahora mi pregunta es: ¿qué sería de nuestra Semana Santa sin
las mujeres que visten las imágenes cada año, sin los chicos
que dedican muchas horas a cortar y colocar las flores de
los pasos, sin los costaleros que después de un traslado se
dedican en el Templo a montar los varales de un palio...?,
muchos de nosotros no sabemos quienes son estas personas, y
mucho menos cuando aplaudimos en una “levantá” pensamos en
ellas. Son personas cuyos nombres aparecen en muy pocos
sitios y que muy poca gente reconoce su esfuerzo, aunque
este sea notable para el trascurso de la Semana Mayor.
A estas personas va dedicada esta página, aquellas que
dedican varios meses a dejar todo preparado para que los
costaleros y los capateces puedan lucir las imágenes por las
calles de Ceuta.
Tampoco me gustaría dejar en el olvido a esos costaleros que
entrado enero acuden a sus respectivas Casas Hermandades
para “ir haciéndose el cuello” a su trabajadera, para
ensayar con un radio cassette encima de una parigüela con
algunos trastos encima para simular el peso real del día de
la salida oficial.También forman parte de la Semana Santa
los devotos que siguen cada año el recorrido de los pasos, o
las personas que se agolpan en las calles para ver las
imágenes pasar, y que con sus aplausos dan una inyección de
moral a los costaleros. Para todos ellos va esta página,
porque ellos lo merecen, va por ellos.
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