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OPINIÓN - DOMINGO 9 DE ABRIL DE 2006

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Qué buen hombre
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Sobrado, muy sobrado debe andar Zetapé de ministros que sean carismáticos y que tengan garra. ¿Me pueden explicar la mueca de escepticismo y cachondeo que adivino en sus semblantes? Bueno, en efecto, los ministroides socialistas son sosos y aburridos, con excepción de Alonso, que manejaba admirablemente los hilos de Interior y por supuesto, José Bono.

Muchos apostamos firmemente por él en aquellas elecciones que encumbraron a un Zapatero, por aquel entonces, tremendamente insulso y con unas cejas auténticamente imposibles. Eso y las excesivas hombreras de las chaquetas de sus trajes, así como la elegancia rebuscadamente minimalista de su bella esposa, imagen certera de la gran diseñadora Elena Benarroch, hacían a la pareja distante. Un mucho fría y con una especie de prepotencia que impide que fotografien a sus hijas, por salvaguardar su intimidad, cuando todos los hijos de las Infantes y la del Príncipe, han sido fotografiados hasta la saciedad y eso que son infantitos y de la realeza. Lo malo de quienes alcanzan el poder, aunque sea de chiripa, es que se lo creen y se tornan soberbios , altivos y lejanos para el pueblo soberano, también llamado a nivel institucional “populacho” lo que constituye un honor, porque todo lo que sea la plebe, el ciudadano de a pie, los curritos y las marujas, constituyen la savia viva de nuestra España.

De esa España que Bono, que buen hombre, que gran cristiano, siente y vive intensamente y encima lo dice. Late este excelente ex ministro, este fabuloso ex Presidente de Castilla la Mancha, con una intensidad que le hace pregonar un amor inmenso e intenso por nuestra Patria, esa que, según él lleva hasta “en el tuétano”. Así que es para imaginarse los instintos del manchego con lo del Estatuto Catalán y la bajada de pantalones ante los nacionalistas de la nación catalana, ese bodrio que el repulsivo Carod Rovira, que se infartó por los malos instintos, pregona que será pronto “un estado”. ¡No vean ustedes el jamacuco que le puede dar a Bono ante tamañas sandeces! Y eso que a veces ha fallado, siguiendo ordenes superiores,como cuando mandó a arrestar a un príncipe de la milicia por haber cometido el imperdonable pecado de recordar en un discurso ,que el Ejército está para salvaguardar la integridad territorial de España y que eso lo dice la Constitución.

Pues bien , que lo sepan, si alguien recuerda ese artículo o precepto constitucional, el del Ejército y la integridad, no puede decirlo porque le arrestan de inmediato. ¿Ven? Una oportunidad para los peperos que suspiran por su insípido centro reformista, pueden reformar el asunto y conseguir que cualquiera pueda aludir al artículo prohibido sin acabar entre rejas, un reformismo que nos permitiera no tener artículos constitucionales de los que no se puede hablar en público, para no ofender a los guarros separatistas, nos haría sentir bien y felices, aparte de un poco más libres. Ahí falló Bono. Pero me consta que, dado su talante patriótico, seguía instrucciones de los melifluos de arriba ¡Que miren que son melifluos y que se las cogen con papel de fumar! Todo por mor de los nacionalistas, que son tan traidores, tan renegados y tan asquerosos, o al menos a mi me lo parecen y como me lo parecen lo digo, porque, como José Bono, soy católica practicante y no puedo mentir en mis afirmaciones porque incurriría en pecado y me condenaría. ¿Qué les parece? Pues que no tiene ninguna gracia porque, estando en pecado, puedes morir durante la noche e irte al infierno con el Diablo Pinchapapas, o convertirte en Ánima Negra y que te pinten y te pongan en un cuadro tenebrista de esos tipo Valdes Leal que dan tan mal vagío.

Bono, un buen cristiano, un enorme patriota, un extraño exponente de la ciberderecha metido a socialista y dentro de un Gobierno que comenzó persiguiendo a los católicos en pos de un laicismo plagado de dejaciones y de negaciones de, mucho más que una religión : de nuestra cultura. ¿Qué pintaba ahí José Bono? El ministro mejor valorado, pero no por la retirada de Irak, que fue una decisión política, sino por su carisma de castellano manchego recio y visceral, sencillo como un molino de viento, pero capaz de emocionar hablando y contando y capaz de acudir a audiencias papales con su preciosa esposa, mostrando devoción, elegancia y respeto. Era demasiado bueno para estar ahí. Mucho más carismático, cercano y entrañable de lo que será jamás Zetapé. Para mí que pepe Bono, ni traga con la Nación Catalana ni traga con lo muchísimo que va a haber que pagar a los hijoputas de ETA.

Como católico le es imposible comulgar con ruedas de molino, como español no puede ni debe aceptar lo inaceptable. El dice que el Estatuto no le echa y reafirma su lealtad con una rara dignidad, digna de mucha mejor causa.

Así que, por dignidad, por defender sus creencias y principios y por patriotismo, ha hecho lo que su honor le pedía: dimitir. José Bono ¡Que buen hombre! ¡Que gran español!.
 

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