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OPINIÓN - DOMINGO, 16 DE ABRIL DE 2006

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Vacaciones de azahares
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Las vacaciones abrileñas y semanasanteras, tras una operación salida de consecuencias, como siempre, espeluznantes y macabras, estos días de asueto, traen ,como cada año, perfume de azahares.

Será que, el embellecer las aceras con naranjos, es un icono del sur, una costumbre meridional en estas tierras que buscan las sombras en los calores y el aroma entrañable de la flor de azahar en cada primavera. Eso si, desde Málaga les digo y les cuento, que nunca encanta con más fuerza la flor del naranjo que cuando defiende, a empellón limpio y oloroso su fragancia ante los efluvios salinos del levante marinero. Mares y flores ¿Hay quien de más?.

Eso si, en dura competencia con el turismo rural, en esta especie de fiebre restauradora de casas rústicas para alquilárselas a los veraneantes que intentan evaporar el estrés volviendo a la Madre Tierra. Para mi, en verano, lo de la casa pintoresca en entrono rural me parece agradable, pero en primavera prefiero la pasión cultureta de vivir nuestra Semana Santa y perseguir a nuestro arte y nuestra cultura por las calles.

Los hay que compatibilizan procesiones y días tempranos de playa, mañanas al solanero y atardeceres de incienso y varales. No es mi caso,Servidora no toma el sol desde hace veinte años, así tengo la piel de mi cara de pandereta, que parece tetica de novicia. Lo dicho. La mujer llega a la treintena y hay que huirle al sol más que a la gripe aviar, porque eso del bronceado es puro camelo.La piel responde a la agresión de los rayos solares generando melatonina y bronceándose, es un mecanismo defensivo. ¿Qué para eso están los filtros solares? Vale, palian los efectos, pero la arruga acecha y lo mejor son los bronceadores sin sol de última generación, que no son como los de antes que te hacían parecer una especie de leopardo a manchas naranjas. Los de ahora son más suaves y proporcionan un tona natural, eso si, siempre que no se busque el look renegrío tipo Marbella, donde hay contingentes de cincuentonas que parecen recién salidas de ultrasesiones de rayos UVA y encima todas van peliteñidas con mechas rubias. Parecen clones.

Las pechás de sol yo se las dejo a la juventud, porque son osados y no les importa gastar con rapidez ese capital solar que es la cantidad de sesiones brutales capaz de aguantar el pellejo antes de que aparezcan pecas, manchas y melanomas. Nosotras a resguardarnos, a evitar solaneros y a practicar lo cultureta, que es pasear las ciudades, será que, las ciudades españolas, en general, son para pasearlas, sobre todo en primavera y ante todo cuando como las ciudades sureñas, ofrecen avenidas sombreadas y arboladas a la búsqueda de la fresquita y hay muchas fuentes, pasión heredada de antaño, cuando conjugar el sonido del agua era un arte. Ahí están los jardines del Generalife, un parque de sonidos acuáticos y pasadizos de arrayanes.

Por cierto, la flor del arrayán es blanca y tiene forma de estrella, la flor del granado es coralina y la flor del limonero, el pomelo y el naranjo es también estrellada aunque mucho más fragante. Las ciudades, sean o no sean vacaciones, son para vivirlas con los sentidos, ese es el truco de esa calidad de vida por la que todos desesperamos y que, a veces, está extraordinariamente cercana, solo basta con darse cuenta y disfrutarlo, poner en juego la inteligencia emocional que es, hoy en día, el tipo de inteligencia más buscado por las empresas y paladear cada instante. La clave, según los modernos gurús de la psiquiatría está en ese “darse cuenta” y hacerlo con un sentimiento de gratitud ante la belleza o la plenitud de cada instante.

¿Qué dicen ustedes? ¿Qué todos deseamos de forma abrumadora unas vacaciones impregnadas de azahares? Pues no se preocupen, ya es sabido que hay que elegir cuidadosamente lo que se desea porque, a partir de ese instante, el Universo comienza a conspirar para que lo alcancemos.

Pero no deseen bronceados caribeños, porque ahí no conspira el Universo, ahí nos achicharramos nuestra agredida piel, invitamos a la irrupción de las arrugas y los únicos que pueden ser capaces de conspirar en un futuro son los cirujanos estéticos con peelings agresivos de ácido glicóico, láseres, rellenos con diversas sustancias de nasogenianos marcados, inyecciones de botox que te dejan la boca con la expresión de la Duquesa de Alba y muchos miles de euros para paliar los efectos secundarios de las solaneras. Elijan los azahares antes que el sol.Es un consejo.
 

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