PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura


Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - VIERNES, 28 DE ABRIL DE 2006

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Extrañas alianzas
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

La Ciudad de Ceuta parece latir con pulsaciones de época preelectoral, latidos excesivamente anticipativos que, ojeando los medios por internet, tan solo he podido encontrar en la lucha soterrada por la cabeza de lista en las municipales de Marbella, hoy por hoy gobernada por una gestora. Por ello extrañan las similitudes cuando son dos puntos tan distintos, afortunadamente y tan distantes en su trayectoria. Pero en Ceuta hay ambiente electoral, se palpa, se vaticinan resultados, se echan las cuentas, cada cual se remonta a la memoria histórica y al significado de cada partido en el devenir de la ciudad.

Si de Juan Vivas se alaba su gestión, porque es buen gestor, a mi admirado Delegado de Gobierno puede nombrársele Bombero Mayor del Reino, porque ha apagado el fuego del recuerdo de errores socialistas monumentales en Ceuta. Pero la anticipación excesiva tiende a desgastar, por ello tal vez hubiera sido conveniente, desde el punto de vista de la estrategia y para contar con el factor sorpresa, que no se hubiera sellado hasta un poco más adelante la “unión política” entre dos formaciones tan divergentes a mi entender como son la UDCE y los comunistas de Izquierda Unida .

Y hablo con cierto conocimiento de causa, no de la realidad política ceutí, de la que me informo leyendo, sino de la trayectoria de Izquierda Unida, heredera directa del Partido Comunista y única formación marxista del panorama nacional con excepción de los extraños abertzales del Partido Comunista de las Tierras Vascas, apéndice batasuno por antonomasia. He hablado del tema y me han hablado, sin conocerle conozco a Musa como político coherente con su ideología, ideología que, por supuesto, no comparto y que me provoca cierta aprensión. Lástima tal vez de personas válidas desaprovechadas en luchar por ideologías tan ajadas, decimonónicas y polvorientas como son la dictadura del proletariado y las máximas repetitivas y sobadas tipo “La religión es el opio del pueblo”. Como católica practicante, que no capillita ni meapilas, sino persona normalísima que intenta santificarse, en humilde, con el trabajo profesional y el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano, no llega a mis cortas entendederas cuales pueden ser los puntos de convergencia entre ateos marxistas e islámicos practicantes. UDCE es un partido musulmán y este colectivo es esencialmente cuidadoso con el papel prioritario de su religión en sus vidas y va “precisamente” a aliarse y formar camarilla con un partido no laico ni aconfesional, tampoco agnóstico sino furiosamente ateo y con una doctrina muy consolidada secularmente y unos principios filosóficos irrenunciables.

El socialismo abjuró del marxismo y se democratizó y europeizó hasta llegar a ser una formación socialdemócrata similar a sus congéneres de toda Europa, fue una cuestión de inteligencia, de oportunidad política y de sentir el latido de su electorado que no era en absoluto seguidor de Kart Marx, del atroz padrecito Stalin ni de Lenin. Hizo bien Felipe desmarcándose de postulados añejos y de sistemas que han supuesto para los países donde se han implantado un auténtico infierno en la tierra. Véase hoy el ejemplo coreano y la depauperada Cuba de esa vieja cabra que es Fidel. La dictadura del proletariado es un horror, un auténtico espanto y de nada sirve, deprisa y corriendo y por mor de alianzas electorales lógicamente interesadas, tratar de mezclar el agua con el aceite. “Lucha contra las desigualdades sociales” ese manido slogan ya fue utilizado por el Partido Comunista en Andalucía y por el Sindicato de Obreros del Campo en los setenta, cuando se iba contra los latifundios y se miraba hacia Marinaleda. Hoy, el concepto está demodé y suena cursi. La única lucha factible contra las desigualdades son las iguales oportunidades de culturización, que ya están y ya existen, la cultura, la capacitación laboral y la formación profesional obligatorias son el elixir contra las desigualdades.

Enseñar a utilizar la caña y no meterle a nadie un pez en la boca. Para eso, los míos, somos muy “nuestros” porque los católicos tomamos el trabajo profesional como un reto y una oportunidad evolutiva dentro de esta era de la globalización y, por cierto, los marxistas suelen ser antiglobalización. A lo que tienen todo el derecho del mundo, me refiero a ser lo que les de la gana, pero eso que dicen de “fomentar la multiculturalidad y el respeto a los diversos pueblos de España” me suena a ya oído, muy en plan moral onegetista, ahora, que si sirve para que la “unión política” UDCE y los comunistas, abran sus brazos hospitalariamente al colectivo gitano, mayoritariamente desfavorecido en el sur de España y deseoso por implantarse en la bella ciudad autónoma, disfrutar de VPO, planes de formación y escuelas, esa multiculturalidad me encanta, ya saben, por mis genes calorros y si fomentan aún más lo multicultural aceptando al colectivo ecuatoriano que es mayoritario en muchas zonas, mejor que mejor. ¿Qué están murmurando? ¿Qué los gitanos son muy suyos y con unas hondas raíces religiosas y no quieren a los ateos? Bueno y los de Mohamed Alí son mayoritariamente islámicos y los islámicos son fieles cumplidores de sus propias normas religiosas y tienen una moral secular y una filosofía abiertamente enfrentada al ateismo marxista.

¿A que culturas se quieren abrir? Yo se de pueblos en Asturias, bastante aislados, donde se habla en bable y en León existen los maragatos, que son una pasada y existo yo que soy rifeña y nieta de gitano. ¿Se abrirán a minorías étnicas tipo habitantes de Guinea Nueva Papua o a esos Testigos de Jehová, “el culto” predominante entre la gitanería? con excepción de servidora que es católica, apostólica y recriá en el Palo de Málaga. Pero oigan ¡Que extraños compañeros de viaje fragua el politiquéo! Deberían haber esperado un poco, muchos musulmanes pueden negarse en redondo a votar comunismo y a los comunistas les trae al pairo la opinión del ulema. Una conjunción tan discrepante que puede resultar hasta interesante, sobre todo si tratan, a base de eufemismos y frases hechas de aunar ideologías. Yo, la verdad a un islámico marxista no he conocido jamás ¿Ustedes si? Pues me escriban y me lo cuenten.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto