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OPINIÓN - MARTES, 08 DE AGOSTO DE 2006

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Vacacionar en Villa Solita
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

¿Saben ustedes que a ningún Presidente de Gobierno europeo le pagan los ciudadanos las pedazo de vacaciones salvo a los Presidentes españoles? ¡No tienen cara, zu primo, los gachones!.

Pues a ustedes y a servidora no hace falta que, la ciudadanía nos pague nada, primero porque los contribuyentes se negarían en redondo y con muy malas maneras a sufragar los gastos de unos pepitos como nosotros…Aunque me entra el rapto espiritual de reflexión rifeña y solicito respetuosamente al Congreso que convoque un referéndum preguntando a los españolitos si estamos dispuestos a pagar de nuestros bolsillos los fastos, las villas, los lujazos y los escoltas de los veraneos presidenciales. ¿Qué a los Poderosos no les gustan las urnas más que cuando son estrictamente necesarias? Por supuesto, pero eso del referéndum vacacional debería ser planteado de una forma progresiva, democrática y refinada, dos tipos de papeletas, una pregunta: “¿Están ustedes dispuestos a sufragar los veraneos presidenciales?” Y en las papeletas dos respuestas una que diga “Sí. Aunque me lo quite de comer” Que es lo que responden los políticamente correctos, vasallos y gentes de buen tono. Otra que diga “No. Les vamos a pagar una poca mierda” Que es la respuesta de los levantiscos y de los numantinos. ¿Qué si servidora es levantisca y numantina? Numantina no, porque soy de Nador y levantisca sí porque las historietas de mi infancia sobre el caudillo Abdelkrim son de las que imprimen carácter, como el sacerdocio . ¿Qué hay más altísimas profesiones y menesteres que imprimen carácter por emanar directamente del Todopoderoso?.

Vale, a mí no me callan ustedes. Ya sé que la realeza y la judicatura imprimen carácter, por ejemplo Su Majestad el Rey no tiene responsabilidad penal y los jueces digo yo, dudando bastante, que deben tenerla, aunque he asistido horrorizada al caso del Kimbi y al voto particular de un hombre de Dios que, casualmente es juez y que se llama Bastardés y pese a las absoluciones de las machacadas víctimas de ese desastroso asunto, no sé yo que se hayan practicado detenciones ni abierto diligencias a los responsables del desastre de la instrucción. No se trata de que ahora las víctimas reciban un puñado de miserables y apestosos euros del fondo de reptiles a modo de indemnización y para cerrarles el pico y que no se pongan porculeros, sino de empezar a meter a responsables en la cárcel a que paguen, no ojo por ojo y diente por diente, sino injusticia por justicia y errores por reparación. Las víctimas de la injusticia no quieren dinero, sino que quieren algo tan estrambótico, impensable y poco factible como ser compensados moralmente, socialmente, espiritualmente. Que les paguen cárcel, miedo y angustia entalegando a los responsables. Y eso pasaría si hubieran en España dos cosas: Justicia y vergüenza. Que no las hay. Por eso pagamos vacaciones presidenciales a todo plan, se denuncia en toda la prensa nacional menos en el País, que son palmeros de los socialistas y Zetapé pasa y piensa que somos muy viles echándole en cara su reposo en el palacio la Mareta, un reposo que le sirve para no resfriarse en invierno.

Yo, en mi Villa Solita que es donde vacaciono mientras esta se mantenga en pie porque amenaza ruina, pienso que si servidora de ustedes, engalanada por los mejores diseñadores, escoltada, alimentada por grandes restaurantes, trotando por los lujosos salones diseñados por Husseín de Jordania que fue quien regaló la mansión y siendo la mujer del Presidente que viaja a hacer compritas en avión oficial, tampoco me resfriaría. Se cree Zetapé que, los aires isleños le inmunizan y no es así, lo que le inmuniza es lo que nos inmunizaría a nosotros, ya que el pertenece al pueblo y no a la Casa de Alba y lo que tiene se lo regalamos también nosotros, lo que le inmuniza es que, siendo, como nosotros somos, un piojo puesto de limpio, la buena comida, los dineros, los lujazos, los cochazos y la buena vida, no estando acostumbrados a ellos, son un chute de Inmunoferón en el sistema inmunitario. ¿O es que todos los españoles para no sufrir gripes y resfriados hemos de gozar de los privilegios de la regia mansión La Mareta? Pues no señores. Nosotros nos vacunamos en la campaña y tiramos de couldina y de frenadol, porque los piojillos puestos de limpio o las ladillas endomingadas que pagan hipotecas, no respiran ni huelen fastuosidad, ni nos pagan los ringorrangos, es más, creo que nosotros, liendres endeudadas, sentiríamos vergüenza y una especie de repugnancia a que nos echaran en cara lujos y excesos mientras hay tres millones de pobres en España y en las cárceles se mueren las criaturas en las enfermerías porque nadie aplica el precepto de echar a la puta calle a los presos terminales para que estiren la pata en sus propias casas.

Mientras las leyes sean perversas y muchos de los que las imparten unas malas personas o unos aburridos y amargados justicieros, no me interesan las diversiones de los Poderosos. Mientras los mendigos afloran, crecen y se multiplican por las ciudades españolas yo siento vergüenza de que me identifiquen con los Mandamases. Pobreza, injusticia, marginación, incremento de la tuberculosis, mujeres esclavas sexuales en la mitad de los puticlús de las carreteras, clase media empobrecida por la voracidad de Hacienda y la usura bancaria, treintañeros mileuristas viviendo en la casa paterna y gritando “Queremos un pisito como el del Principito” y los pepitos que veranean con la extraordinaria “Queremos veranear por la jeta, como el de La Mareta”.

Me quedo más dignamente en mi Villa Solita y si quiero viajar me endeudo como todo quisque, aunque yo soy de buen conformar y para desplazarme me bastan el pequeño laboratorio de ideas que compartimos mi hijo Gabriel Pineda de las Infantas y yo en una de las habitaciones de la casita y la pantalla mágica de mi ordenador. Yo no quiero veranear por la jeta como el de la Mareta, a mi eso me daría vergüenza, de verdad.
 

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