PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura


Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - SÁBADO, 19 DE AGOSTO DE 2006

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

No sé quién fue el que inventó el asunto de darle descanso al cuerpo, usease las vacaciones. Pero, desde luego, al que se le ocurrió semejante idea, deberían darle todos los Nobel hábidos y por haber. Ese a igual,.que el inventor de la cama, son dos auténticos genios. ¿Cómo a estos dos genios, se les pudo ocurrir semejantes inventos que son, sin duda alguna, los mejores inventos del mundo del descanso?.

Servidor, sin que sirva de precedente, le va a rendir un homenaje, de admiración, a ambos dos. Abstenerse de participar, en semejante homenaje de admiración, todos aquéllos que son más flojos que un bastón de chicle. Sin señalar que está una jartá de feo. ¡Será por flojos, que no han dado un palo al agua en su vida!.

Este merecido homenaje, sólo se lo vamos a dar, los currantes del mundo. Aquellos que nos hemos partido el alma echando, en nuestros trabajos, más hora que un reloj.

Los que, jamás, hemos vivido del cuento. Los que en nuestro particular diccionario, de nuestras vidas, tenemos grabado a fuego, la palabra trabajo y los que, nunca, hasta mucho después de que se inventasen las vacaciones, les dimos, a nuestros cuerpos serranos, unas horas de descanso.

Claro que, por aquel entonces, ya éramos padres y teníamos hijos con lo cual, salir de vacaciones, era una dificultad más que añadir a las que la vida nos había otorgado, por el simple hecho de haber nacidos currantes. Y es que, en al asunto del maldito parné, estábamos más tiesos que un volao en tiempo de poniente fuerte Manda...la cosa.

A pesar de todo tengo que que reconocer, porque es de justicia hacerlo, que dentro del grupo denominado ”los currantes”, existen personajillos que no han dado un palo al agua en sus vida pero que, se han rodeados de unas historias para no dormir y, de esa forma, unirse a todos aquellos, que viven del cuento, admitiéndolos en sus filas para convertirlos en sus testaferros y dobladores de espaldas, ”si bwana”.

Me contaba la santa de mi madre que había, en Ceuta, un café que le llamaban “El Vicentino”, donde en las mesas que ponían en la acera, a las puertas del mencionado café, se sentaba los más ”granado” de esta tierra pero que, entre los que allí se sentaba, a tomarse un café, estában también los que, como diría la sabia de mi abuela, si viviese, querían ”peer en botija”. O sea, para enterarnos, todos aquellos que sólo tenían para el café y sus estómagos, hacían más ruídos que el abrir y cerrar un acordeón.

Por cierto que, en el mencionado café, tuve una anécdota debido a que uno es como es. Resulta que uno, era muy niño, venía de los madriles con algunos duros, ganados en lo alto del ”madero” y no tuvo, otra ocurrencia que invitar, a mi padre, a tomarse un café en ”El Vicentino”. Mi padre se negaba a tomarse allí el café, pero ante mi insistencia y conociéndome como me conocía, decidió sentarse y tomarnos el café. El hombre nada más que hacía quitarse y ponerse la boina, mirando a todos lados temiendo que pasase algún conocido. Creo que el café le tuvo que saber a rayos.

Le faltó tiempo, cuando llegamos a casa, en contarle a mi madre, la locura que por mi culpa había cometido.Nada más y nada menos que sentarse, a tomarse un café, donde se sentaban don fulano o don mengano.

Y mi madre una vez más, demostró su perfecto conocimiento sobre mi persona. Nunca me ha importado, lo más mínimo, eso del don porque, siempre, he creído que lo único que tiene don, es el don del algodón. Además que, con dinero en el bolsillo, es lo único importante, servidor puede entrar donde le dé la real gana y sin que el estómago me suene a acordeón, ni tener que doblar las espaldas diciendo “si bwana”

Mi madre que, como todaslas madres, me conocía perfectamente,sonrió y se limitó a contestar: “Al niño le importa muy poco quién o quienes sean los que se sientan allí. A él, eso de don fulano o don mengano, le importa tres pepinos.

Lo que la santa de mi madre, no se podía imaginar es que, en estos tiempos que corren, existen esa clase de personajillos que se esfuerzan por intentar aparentar lo que no son, ni serán en sus vidas. A todos esos, en estos momentos, servidor les llama pelotas y lameculos. Y es que, aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

A veces, aunque algunos no lo quieran creer, me dan hasta pena el ver sus comportamientos, hacia otros que iguales que ellos, pero que por la suerte de haberles tocado en la tómbolala gorra y el pito con mando, son a los que les tienen que decir el ”si bwana”.

Me imagino, a todos estos pelotas y lameculos, en aquellos tiempos, pasando cuatro o cinco veces por la puerta de ”El Vicentino”, quitándose la gorra y haciéndoles las reverencias correspondiente a la mayoría de los que habían en semejante lugar. Sin darse cuenta que, a una gran parte de ellos, les sonaba el estómago más que el acordeón del tango ”La Comparsita”.

¡Pobres ignorantes!
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto